En voz baja, novela que reformula la alegoría nacional, y luego en “Había una vez un pájaro,” en el que se desarrolla plenamente la idea de una comunicación íntima. El artículo explora primero los lazos entre intimidad, silencio y subversión y define después las características de esa comunicación íntima al centrarse en la insinuación y en las tácticas que despersonalizan al narrador: las estrategias que crean distancia, la utilización de un imaginario corporal y animal, la sintaxis visual y la representación esquemática del espacio. Mediante estos recursos, Costamagna reinventa un lenguaje “común” basado, paradójicamente, en el silencio.