Este libro constituye una invitación a pensar la historia de la infancia desde una mirada crítica e interdisciplinaria. Propone un acercamiento nuevo a viejos problemas de la historiografía tradicional, tales como el proceso de secularización iniciada durante el periodo del reformismo borbónico y la forma en que ésta adaptó una serie de expresiones religiosas en torno a la niñez para apropiarse de la figura utópica del niño mártir y ponerla al servicio de la retórica estatal, a través del culto a los héroes patrióticos y el utilitarismo propio de la época. Niños de nadie aborda así el estudio de las nociones de utilidad y exclusión en torno a la niñez menesterosa (ya invisibilizada, ya recuperada por intervención estatal), tanto en el discurso ilustrado como en las prácticas filantrópicas amparadas en el mismo. La expresión “niños de nadie” es empleada aquí en un sentido laxo. Niños pobres y marginales, cuyo nombre y vínculos parentales, cuando los habían, estaban lejos de servir de parapeto frente a la larga mano del poder real y los proyectos reformistas de la administración borbónica. “Niños de nadie”, en tanto que el Estado podía disponer de ellos sin mayor reparo.