Este libro debe ser abierto en cualquier página y ser capaz de ofrecer en ella algo de memoria y una herramienta de la imaginación. Aclaro: este no es un libro de crítica literaria, ni para la academia. Estas páginas son una invitación, una puerta que si se abre conduce al misterio. Cada semana, a la hora de las luces, de las cámaras, del micrófono, del teleprompter, he vuelto feliz a los días en los que en la avenida Insurgentes, a la altura de la colonia Roma, había tres librerías. En esos lugares, un joven buscaba la vida entre los libros, entre las historias, personajes de papel e imaginación. Ese joven soy yo.