Los cuentos de Colección de primeros recuerdos están marcados por la ciencia ficción y la fantasía. La locura en medio de estos dos universos paralelos explota como un jardín de las delicias. Venezuela y Estados Unidos se formulan en el discurso de las narradoras intensamente. Las atmósferas varían y sus temperaturas también, el paisaje caluroso de Puerto La Cruz se diluye por el bosque de pinos nevados de Pittsburgh. Es un libro que cruza los límites de la imaginación y desde allí ordena un mundo nuevo. Un mundo muy osado, lleno de delirios féericos, el más interesante de éstos está cifrado en la fantasía de un emporio tecnofinanciero dispuesto a refundar la tierra. Un realismo no tan sucio caracteriza los textos y el espíritu del libro recuerda a un arpón que atraviesa el corazón de sus personajes.