A menudo nos sentimos poca cosa, pero si miramos a las personas que nos rodean, nos daremos cuenta de que podemos ser grandes, muy grandes. Los gestos más pequeños son importantes y dan pie a acciones gigantes. Cada uno de nosotros puede marcar la diferencia. A través de la mirada de una niña es como mejor valoramos la grandeza del mundo, que nos emociona y nos transforma. Libro galardonado con II Premio Algar de cuentos infantiles. (Pasta dura).