Maya vive en un poblado de la Amazonía. Allí poseen algo único que les proporciona entretenimiento. Cuando Maya cumple cuatro años, algo ocurre que hace cambiar por completo la manera de divertirse de los niños y niñas de su poblado. Las máquinas nos facilitan la vida en muchas ocasiones, pero en otras merma capacidades que debemos ejercitar y conservar. Este cuento habla del valor de la imaginación y la palabra hablada, de la narración oral, frente a la actitud pasiva y acomodaticia que en ocasiones nos ofrece el uso de las máquinas. Ubicar la acción en un lugar insospechado refuerza el mensaje, el propio misterio del origen de esa máquina, su soledad artificial frente a la colectividad humana conforman unos valores que deben señalarse a la hora de afrontar la lectura de este álbum.