Bailando en el pretil retoma el ensayo como un espacio de reflexión y de creación donde las palabras exploran su propio horizonte. El recorrido iniciado por una advertencia es señal de que nos encontramos frente a un dintel. Los temas plantean una articulación interna: del método a la lectura, el pensamiento toca el nudo de la memoria y la cadencia temporal; pensar y escribir llevan a abordar otras cuestiones que inquietan en el albor del siglo: la violencia y la fractura, la posibilidad del perdón, la vergüenza, la caída y la esperanza; lenguaje arquetípico que se desarrolla a través de figuras tales como son la Edipo, el desconocido, el rabino adentrado en el desierto y el alquimista obcecado en su "ars magna".