Para los mexicanos de hoy y los de antaño, las grandes cordilleras que cruzan nuestro territorio constituyen las paredes de nuestro hogar. Entre esas enormes montañas que nos recuerdan el poderío de la naturaleza, destacan las más fascinantes y temibles: los volcanes. Ellos han provocado en el imaginario colectivo historias inquietantes, relatos amorosos, mitos y leyendas que se erigen a manera de explicaciones mágicas para subrayar la impotencia, la pequeñez del ser humano ante la arrasadora fuerza de que es capaz nuestro planeta. En esos mitos, leyendas y hechos históricos se inspiran estos relatos.