En la literatura moderna de México, los cuentos de Amparo Dávila se distinguen por su serena fluidez y el seguro manejo de los tiempos narrativos. Lo mismo al hacer la crónica —íntima, desgarradora, lúdicra— de la vida de todos los días que al incursionar en los ambiguos territorios de las historias fantásticas, la autora muestra un oficio inteligente y dueño de todos y cada uno de sus medios; el cuento, en sus manos, es un instrumento de investigación tanto de la conducta humana cuanto de las vicisitudes de la imaginación. Se reúnen ahora, en un solo volumen, dos conjuntos de cuentos antes publicados en Letras Mexicanas: Tiempo destrozado y Música concreta. Vienen así, a establecer un contrapunto en el que es posible reconocer las huellas vivas de una exploración literaria y humana que es al miso tiempo prueba de una vocación artística plena, cabalmente cumplida.