Carlota Caulfield nos invita a la poesía en su elocuente Autorretrato. Furioso y esencial tríptico doble a la búsqueda de las esencias, reflexiones, seres. Poemario que nos atrae con voz en grito, sin escondrijos, decididamente, al gran ritual de la poesía de Carlota Caulfield, poeta sobretodo de una generación sin generaciones. Y es que Caulfield se desnuda en su poesía sin miedos, sin irritaciones. Se deja derramar vocablo a vocablo con pasión de tinta sobre ese animal vivo de su poesía llameante. No hay paz, ni pausa, ni sosiego. Caulfield se abre en sensaciones "juego abierto" y en emociones que no son narrativas "no quiero contar historias" sino textuales en olores fuertes "conjunción de azahares", colores "Con el color de tus ojos / El amanecer me ha sorprendido", y sonidos "Toco mi filarmónica y digo: / Date ahora, mujer testaruda". Así lo afirma su espléndido "La furia de los olores".