Moviéndose entre el ensayo, el diario íntimo y la crónica, el hilo narrativo de Linea nigra sigue el proceso que transcurre del embarazo de la autora al destete de su hijo. A través de una colección de fragmentos cortos, Jazmina Barrera relata su experiencia de embarazo, parto y lactancia a lo largo de los cambios de su cuerpo y la relación con un nuevo ser que, si bien es parte de ella, al mismo tiempo no lo es. Intercalando notas sobre su vida cotidiana con apuntes de sus lecturas e investigaciones, mientras el tiempo avanza la lúcida curiosidad de la escritora establece conexiones entre su embarazo y elementos de la naturaleza –como eclipses, temblores o animales– pero también con la obra de una treintena de mujeres que por medio de la pintura, la fotografía o la literatura hallaron su propio lenguaje para hablar de sus historias de gestación y maternidad. Entre ellas están Rosario Castellanos, Mary Shelley, Frida Kahlo, Ursula K. Le Guin, Tina Modotti, Virginia Woolf, Luz Jiménez, Simone de Beauvoir, Alice Munro o Margaret Atwood. Descubriendo con asombro el proceso de engendrar vida y cuidarla, la autora explora los vínculos con las mujeres de su familia y relata las escenas de su día a día; entre el acompañamiento de su esposo, la búsqueda de nombres y las visitas al ginecólogo, la escritura sucede mientras ella espera el parto o cuida de su hijo Silvestre los primeros meses de su vida.