Despatriados es, por sí sólo, un libro en movimiento. Un viaje que inicia una tarde cualquiera en un departamento hondureño, salvadoreño o nicaragüense y continua a través de las interminables comisuras de un mapa ancho y monumental que no termina de doblarse, ni siquiera cuando la persona cumple con su cometido de llegar a destino final. Es un conjunto de necesarias aproximaciones al sujeto migrante, que refleja la forma mediante la cual los cuerpos de las personas se vuelven trashumantes.