La interrogante por el propio yo que heredamos de España se ha ahondado en estas tierras pluriculturales en las que hablamos un lenguaje castellano que todavía sentimos como un legado reciente. Buena parte de nuestra literatura implica un esfuerzo por hacer verdaderamente nuestro ese idioma español que asociamos a las vivencias históricas de una patria que ya no es la nuestra.