Un poemario que consta de cinco partes, las primeras cuatro son cuatro estaciones que invocan sensaciones distintas. Desde lo bestial, la esencia, lo erótico y lo primitivo; las menciones y alusiones a los animales, como imágenes o metáforas, o símbolos de algún gesto humano están presentes a lo largo de las cuatro partes. La quinta se titula crónica porque realiza una revisión de ciertas figuras históricas y relata partes de la historia, creada por impresiones narradas con un lenguaje poético. Rosa Durán recurre a las formas modernas de poetizar, la invocación, la aliteración, lo simbólico, el juego de palabras, y el traslapar las dimensiones de realidad. (proporcionada por la editorial)