Es un juicio alegre y a la vez severo al mundo de los padres, hecho por esos testigo de excepción, rara vez escuchados, que son sus propios hijos. Este libro habla de dragones y de monjas; del amor por Anita y por Marbella; del arco iris y de los huracanes; de las ventajas y de las desventajas de tener dinero; de los problemas matrimoniales; de lo peligroso que es morirse; de lo mucho que le gusta a Dios mandar; de ese refugio donde no entran bombas que es la panza de la mamá. Arriesga juicios sobre la prehistoria y predicciones sobre el futuro; cuenta de gatos negros que cruzan el patio, analiza el invento de la licuadora y confiesa el miedo que producen las criaturas de la oscuridad.