Alfonsina Storni, una de las grandes y míticas poetisas americanas, nos invita desde estas páginas a compartir su palabra viva. Con Languidez quiso cerrar un período de creación: «Este libro, dijo, cierra una modalidad mía y otra ha de ser mi poesía de mañana.» Pero no hay en ella ayer ni mañana: toda su poesía está en presente porque su emoción tiene el don de lo perpetuo. Languidez encierra diferentes estados de ánimo de la poetisa; y así podemos encontrar su mundo onírico e imaginativo en contrapunto con la realidad donde la ilusión se desvanece, para pasar luego al de las evocaciones, donde todo recupera la belleza y la fuerza.