La historia de este manicomio mexicano, fundado en 1910, se desarrolla entre diálogos obsesivos de internos, doctores, familiares y otros personajes alrededor del tema de la locura. En ellos se habla de fe, sexo, pobreza, pérdida, rencor, celos, amor y política. Los médicos traducían lo que escuchaban a los términos de la incipiente psiquiatría, mientras que los internos lograban transmitir sus experiencias personales e historias íntimas a través del padecimiento mental. La Castañeda fue un hospital, una cárcel apenas disfrazada; una última oportunidad. Para algunos fue una ciudad de juguete; para otros, una metáfora de los tiempos que estaban por venir.