El título de este libro, conformado por una serie de artículos publicados desde el año 2013 hasta el año 2020, remite al texto del filósofo alemán Peter Sloterdijk, "Reglas para el Parque Humano. Una respuesta a la Carta sobre el Humanismo (El discurso de Elmau)"; también a caracterizaciones de la Revolución bolivariana y de sus apoyos dentro de la izquierda internacional, intercambiadas en eventos académicos, escritas en libros y comentadas por analistas políticos. Cuentos caracterizaciones han versado sobre las singularidades de la revolución de cara a su política interna y de cara al mundo. Espero haber logrado sintetizar metafóricamente en el nombre de este volumen las reglas de domesticación impuestas por el socialismo a la chavista y la izquierda más antiliberal, muy común en el mundo académico. No está de más subrayar que, a diferencia de la duda que expone Sloterdijk sobre la posibilidad de domesticar al animal humano, la Revolución bolivariana y la izquierda que la ha apoyado, tolerado o simplemente callado ante sus desmanes, parten de la certeza de que el animal humano puede y debe ser domesticado a cualquier costo. Estas reglas siempre fracasadas y basadas en el desprecio por los hechos tienen un aspecto cruelmente juguetón, una capa viscosa de bondad posada y jerga emotiva que recuerda a diversiones infantiles en enormes parques. En esta línea de reflexión, la primera parte de este libro Parque en ruinas: Venezuela y las izquierdas, recoge los artículos en los que se analiza la resonancia del caso venezolano más allá de las fronteras del país; la segunda, Parque Jurásico: la tiranía de Nicolás Maduro, va siguiendo la línea entre el autoritarismo competitivo de Hugo Chávez y el gobierno dictatorial de su sucesor.