“Los exiliados latinoamericanos que inician la travesía en busca del espejismo estadounidense son argonautas de la modernidad que no llega, sobrevivientes de la esclavitud económica, del feudalismo ideológico. Montados en La Bestia -como los colgados de la serpiente de fierro viejo bautizaron sin eufemismos esa nave del riel-, desesperados arriesgan la vida para alcanzar la frontera de Estados Unidos. [...] La poesía de Gloria Vergara interroga en los sueños de estos viajeros, despliega velas en el desierto donde se reflejan las pálidas luces de un amanecer que para ellos no llega”. —Carlos López