Mika nació en la Argentina en 1902 y murió en Francia en 1992. Fue amiga de Julio Cortázar y de Alfonsina Storni y estuvo en contacto con los grandes revolucionarios de su época. Fue dentista en la Patagonia en los años veinte, estuvo en París a inicios de la década de 1930 y en 1933 en Berlín, en pleno ascenso del nazismo. Sin embargo, es durante la Guerra Civil Española, en agosto de 1936, cuando se viste con las ropas del mito: Mika pasa al frente de una columna de milicianos del Partido Obrero de Unificación Marxista que acatan su mando con la misma naturalidad con la que se dejan guiar por ella en las batallas. Así nace Mika “capitana”, la única mujer con rango militar durante una lucha que hizo tan suya como la urgencia de libertad en cada uno de sus actos cotidianos.