Marcela abraza sus silencios en una atmósfera líquida. La novela es el devenir de su vida; es el pasar de mujer joven, a madre, a viuda, a mujer sabia. Mientras Isis, el pez dorado, nada sereno en las profundidades de una leyenda china que dice que la juventud eterna es algo que si existe, un poeta lo inmortaliza todo en sus escritos. Los personajes tejen un encaje, como aliento de bebé que duerme, tan delicado, tan como un ramo de alhélies, que duele el pecho al tocar su intimidad con los ojos... Tres silencios es una novela que se adhiere a la piel de la memoria y que nos recuerda lo dulce, lo amargo, que es existir.