Premio de Poesía Clemencia Isaura, Mazatlán, 2019.
En Últimos días de un país, el verso desmenuza un tiempo rescatado del recuerdo; una memoria como espejo roto y en sus fragmentos, pedazos de isla, una familia, la silueta borrosa de una niña, el perfecto doblez de una garza de origami, el olor del mar. Un discurso, que se niega a ser melancólico, deja a la vista los colores y remembranzas de un trópico a la vez tierno y enfurecido, de un país en equilibrio entre el dolor y la nostalgia. (1a ed.)