Los textos de este libro son el recorrido escrito por las catorce estaciones del Vía Crucis que se levanta en las faldas del cerro de la ciudad y cuyas piezas fueron labradas por el maestro Juan Ancajima Rumiche, un piurano de Ayabaca que llegó a Chepén sin saber que forjaría con sus propias manos uno de los más importantes monumentos religiosos de nuestro país.