Paloma está muerta. Ha sido asesinada. Pero antes de ser Paloma, su nombre fue Gaspar. Antes de ser Paloma, Gaspar hacía ceremonias para curar a la gente, pero desde que se convirtió en Paloma, se dedicó a la vida nocturna con los hombres. Prefirió el amor a la purificación. Fue ella quien enseñó a Feliciana todo lo que sabe sobre la curandería. Con este aprendizaje, Feliciana descubre que, además de curar el cuerpo, también puede curar el alma. Pronto sus poderes serán conocidos en todas partes y personas de todo el mundo la visitarán para sanarse. Ella se convertirá en la curandera de El Lenguaje. Por otro lado, la periodista Zoé decide visitar a Feliciana al pueblo de San Felipe para descubrir no solo la verdad sobre el asesinato, sino también la vida de la curandera. Y en ese mismo tenor, construirá su propio relato. Brujas es una historia de tradiciones, sanaciones, violencia y, sobre todo, de la importancia del lenguaje; una novela maravillosamente escrita.