Cuando todo parecería dicho sobre la figura del caudillo en la novela latinoamericana, desde estudios temáticos a apologías o impugnaciones grotescas, llega Cosas de hombres de Gabriela Polit, para retomar la reflexión y abrirla al debate, enriqueciéndola desde perspectivas nuevas. Sin descontar la significación histórica y social de estas representaciones, Polit se fija menos en su relato que en el poder convocatorio de la figura, sus sistémicas encarnaciones a lo largo del siglo veinte. ¿Qué quiere decir que la figura vuelva una y otra vez, en diferentes situaciones históricas o pseudohistóricas, que sea tema inevitable para tantos novelistas hombres? Cosas de hombres analiza la novela del caudillo como otra variante de la novela fundacional, es decir, como texto pedagógico que afirma y propaga ideología, y hábilmente recurre a la figura del protagonista mismo para cuestionar la ideología que supuestamente se proclama. Para ello articula su reflexión desde el género pero no como categoría estanca.—Sylvia Molloy.