La literatura dominicana ha explotado, y para bien, con una generación diversa y sin ataduras que escribe de adentro hacia afuera y de afuera hacia adentro. Esta selección de Rita Indiana lo demuestra incuestionablemente, al congregar autores diaspóricos y nacionales, y revelar la diversidad creativa de una mirada caribeña, cosmopolita y, a la vez, no convencional. Se trata de una literatura que —como apunta Lorgia García Pena en el prólogo de este libro— corona “la dominicanidad como una vaina que se lleva en el cuerpo más allá de las fronteras nacionales y políticas de la isla”. La casilla go del Monopoly es el inicio de un recorrido, pero no del único.