En este libro, Amaro explora cómo la crítica literaria puede tratar las cartografías sensibles de un país e historia a través del “yo” y sus múltiples manifestaciones. Utiliza el elemento de la “pose” como elemento central para determinar los modos en que funciona para los lectores y qué implican estas “poses” a la hora de articular una “verdad” o mistificación. Como bien indica, el libro recoge los ensayos que a lo largo de una década ha ido escribiendo sobre la cuestión autobiográfica luego de escribir su tesis docoral sobre Jorge Luis Borges. La autora escudriña la producción autobiográfica y sus distintos matices (hasta la autoficción) en el siglo XX chileno primordialmente. Entre sus partes, se destaca la segunda, donde explora el tema de la infancia. “Una gran mayoría de estos textos se centran fundamentalmente en esa etapa de la vida, de la cual provendrían gran parte de las imágenes/postales que acompañan la vida adulta desde un reino lejano e inaccesible, mudo, poderosamente simbólico, como ha ocurrido desde los orígenes de la autobiografía moderna en las Confesiones rousseanianas, o incluso, antes, a partir de las elucubraciones de san Agustín sobre el recuerdo de su infancia, ya en el siglo IV”, explica la académica.