La novela está escrita principalmente desde el relato interior de su protagonista, salvo un par de momentos en los que cede la voz a otros personajes. Se trata de una mujer que narra una vida que le pasa por encima. La crítica ha hecho énfasis en la reflexión sobre una maternidad no deseada que permite la obra, especialmente en un momento en que en Latinoamérica la última ola feminista ha impulsado la discusión sobre el aborto y la obligatoriedad de la maternidad. La asimilación sobre su vida de madre no es desde una consigna crítica a la maternidad. Es su maternidad, no la de otras mujeres, la que no le hace sentido porque no fue elegida: “Si no hubiera habido ese gesto de darme vuelta, si yo hubiera cerrado las piernas, si le hubiera agarrado la pija, no tendría que ir a la panadería a comprar la torta de crema o chocolate y las velitas, medio año ya” (9). La paternidad es todavía más insustancial porque además de no ser elegida es apenas mínimamente responsable.—Héctor Rojas. Universidad de O'Higgins