A través de la fricción entre el silencio y la memoria, esta autora venezolana construye un universo en el que toca cada fibra de sus habitantes. En Ana no duerme y otros cuentos, la elocuencia narrativa se entremezcla con la metáfora poética para ofrecernos un texto que se hilvana a través de la nostalgia y los anhelos de sus personajes. El sentimiento se vuelve el cimiento de cada historia, mientras el lector se deja llevar olvidando lo traicionera que puede ser memoria.