Expuesta como un collage literario compuesto por cartas, poemas, narraciones quebradas y anécdotas familiares, Hormigas en la lengua se adentra en los juegos, las heridas, las cavilaciones, los placeres y temores de la infancia. La particularidad de este retrato se encuentra en la decisión narrativa por la que ha optado Yau: relatar desde lo gastronómico. Desde y a través de la comida se dibujan, con pluma ágil, graciosa y sin adornos, las transformaciones de cada uno de sus personajes. Esta primera novela revela una de las más prometedoras voces de la narrativa venezolana.