Hablemos, escritoras. Switch to our version in English

Erika L. Sánchez.

Episodio 381 Acercándonos a escritoras

10/13/2022 · Adriana Pacheco

Para mí, escribir es una manera de sobrevivir, para hacer arte con el trauma"

AP: La escritora mexicano-americana Erika L. Sánchez, nacida en Cícero, Illinois, ha marcado la literatura contemporánea con sus libros Yo no soy tu perfecta hija mexicana y Llorando en el baño. Hoy tenemos el gusto, gracias a Vintage Español y Penguin Random House, de tenerla en este espacio. Conversamos de muchos temas, de cómo es que surgen estos libros, de cuáles son las historias que recogen, de esta relación de confianza que tiene el escritor con el lector en el momento de escribir una memoira. Bienvenidos, yo soy Adriana Pacheco.

***

 

AP: Yo creo que el nombre de Erika L. Sánchez es muy conocido para muchos de ustedes y ahora con su nuevo libro, Llorando en el baño, me da mucha emoción que tenemos esta oportunidad de platicar con ella en Hablemos, escritoras. Erika, bienvenida, gracias por aceptar esta invitación.

 

ES: Muchas gracias.

 

AP: Y también muy agradecida con Vintage, con Penguin Random House, que hizo posible todo esto. Cuéntanos Erika, ¿dónde estás ahora? ¿En dónde nos estás escuchando?

 

ES: Estoy aquí en mi casa, en Chicago, en la mesa, que casi siempre está llena de juguetes.

 

AP: ¿De juguetes? ¡Qué maravilla! ¿Por qué juguetes?

 

ES: Pues tengo tres hijos. Tengo dos hijos que mi esposo tuvo con su ex, que viven con nosotros parte del tiempo, la mitad del tiempo. Y luego tengo a mi bebé, que se llama Soji, y cumple dos años en diciembre.

 

AP: ¡Qué maravilla! Muchas felicidades. ¿Qué etapa tan hermosa y con tanto trabajo cuando son tan chiquitos, no?

 

ES: Mucho trabajo, pero es bien graciosa, me hace mucho reír y es bien bonita y llena de amor, siempre.

 

AP: Y además sabemos que la risa para ti es tan importante, así que ha de ser una muy bonita retroalimentación con los tres chiquitos y contigo y tu esposo. ¡Qué maravilla! Erika, pues qué privilegio hablar con una escritora que ha influido tanto a tantos lectores, especialmente a los jóvenes. ¿Cómo te sientes cuando los ves interactuar con tus libros, cuando te hacen esas preguntas, cuando brillan en sus ojos esa emoción de verse reflejadas en varias partes de tus historias?

 

ES: Es algo muy bonito y muy emocionante para mí, para ver que mis palabras han cambiado vidas en muchas instancias. Entonces, para mí, casi no me lo creo, porque cuando yo era niña sentía yo que no tenía voz, sentía que nadie le importaba lo que yo pensaba o lo que yo decía. Y así es para muchas hijas mexicanas, hijas latinas, que se sienten que lo que ellas piensan, lo que ellas desean en la vida no es importante a los demás. Entonces, ahora estar en esta etapa de mi vida escribiendo libros para la gente latina, para la gente de mi barrio, se siente muy hermoso saber que mis palabras les mueven en una manera emocional, espiritual, intelectual.

 

AP: Qué bonito, qué bonito lo que dices. Sí, porque muchísimas veces no les habla nadie y la literatura pues tiene también eso, la cercanía con algunos temas y con algunos contextos. Cuando tú escribiste, Yo no soy tu perfecta hija mexicana, y bueno, ahora escribes Llorando en el baño, me imagino que además tú tuviste oportunidad de recuperar muchos de tus recuerdos, de conversaciones, de situaciones. ¿Cómo fueron también esos momentos de reencontrarte con esas partes que a veces se quedan un poco olvidadas.

 

ES: Sí, pues a veces me daba mucha risa recordarme de algo de cuando era niña, porque mi amiga Claudia y yo éramos bien tremendas y me dio mucho gusto escribir sobre nuestra amistad. Entonces, hubo muchos momentos también en que sentí mucha tristeza. Fue muy difícil recordar cosas que me habían pasado que no había examinado. Entonces fue una mezcla de emociones.

 

AP: Ya lo creo, ya lo creo. Y algunas personas han de haber reaccionado también a esas revelaciones. Me imagino que muchas de las personas que saben que de alguna manera están ahí cerca en tus libros, pues también se vieron tocados por esa declaración, esa sinceridad. Ahorita hablaremos de eso. Y ahorita que dices bien tremendas, me encanta, me encanta. Es una expresión tan nuestra. Y ahorita fuera del micrófono estábamos hablando de si el español, cuánto se habla o cuánto no se habla español. Bueno, primero te felicito. Qué maravilla de español hablas, de verdad. Qué emoción que hayas aceptado. Sí, que hayas aceptado esta entrevista en español me conmueve muchísimo, porque de tu viva voz llegamos a muchos otros hispanohablantes que a lo mejor nunca lograron o nunca lograrán hablar inglés. Bueno, yo te quiero preguntar qué tan difícil fue. Yo lo veo con mi nieta que estamos luchando tanto que no vaya a perder su español. Qué tan difícil fue para ti mantenerte con esa firmeza de decir yo voy a ser bilingüe.

 

ES: Bueno, pues a mí siempre me encantaba el español. A mí me pareció un lenguaje muy bonito. Y también era el lenguaje en que yo sentía, soñaba. Y el inglés me viene más fácilmente, pero el español es algo que tengo dentro de mi alma. Y no es algo que quería dejar. Entonces yo lo estudié en high school, estudié el español en la universidad. Me fui a la República Dominicana un semestre, me fui a México otro semestre, y luego después me fui a España. Entonces yo quise aprender más español porque yo sentía que no me podía expresar en la misma manera. Y todavía no me puedo expresar en la misma manera que el inglés, porque tengo muchas más palabras en inglés que tengo en español. Y también algunos conceptos académicos yo no sé cómo traducir. Entonces se me hace muy difícil a veces, y a veces las entrevistas en español me ponen un poco nerviosa porque siento que se me va a olvidar algo, una palabra. Y me da un poco de vergüenza, pero la verdad es que es algo natural y que muchas personas como yo se sienten así.

 

AP: A mí me pasa en inglés, así que esta es una avenida de dos calles, lo que va para allá y para acá en los idiomas, definitivamente. Tú naciste, cuéntanos dónde naciste y cuéntanos cuándo te sentías mexicana, cuándo te sentías americana, en qué momentos de tu vida, en qué eventos del día, sabes, del año, de las celebraciones, de la vida en sociedad, te sentías en un lado y del otro.

 

ES: Yo siempre me sentía muy mexicana, yo tenía mucho orgullo, me gustaba ir a México con mi familia, me gustaba todo lo que tenía que ver con la cultura mexicana y también la historia. Yo leía muchos libros sobre eso, entonces para mí fue algo que fue muy importante y sigue siendo importante. Yo soy una persona que sigo celebrando ser mexicana o de padres mexicanos y cuando yo era niña en Cícero, yo me sentía de gran orgullo, pero también muchas cosas me molestaban de nuestra cultura, como el machismo y cosas así, y ver que los hombres maltrataban a las mujeres, los piropos en la calle, cosas así, eso me molestaba muchísimo, entonces yo tuve que, pues, no sé, como hacerle, I had to negotiate what that was, how that was going to look for me.

 

AP: Claro, y tu cultura americana, ¿qué significa para ti el Fourth of July, for example?

 

ES: El Fourth of July para mí, ahora como adulta que tiene muchos estudios, el Fourth of July para mí es una mentira, porque ¿cómo va, por ejemplo, una persona morena que no tiene oportunidades en este país por el racismo, por la esclavitud, cómo va a celebrar este día cuando este país le ha dado tan poco, y también a los inmigrantes que vienen aquí y vienen a sufrir, vienen a vivir otro tipo de pobreza, entonces no es como ellos pensaban, aquí la vida es muy difícil para mucha gente, entonces, pues yo no lo celebro así, yo no me siento americana en esa manera, yo creo que yo me siento americana en la literatura, en la música, las películas, cosas así, pero yo no tengo ese tipo de orgullo para este país.

 

AP: Claro, más nacionalista, y ahorita que estás hablando de lectura, bueno, pues eso es algo muy interesante, porque estoy pensando en Olga, en tu libro Yo no soy tu perfecta hija mexicana, su mamá la castiga continuamente, pensé en una cantante de ópera maravillosa colombiana que tenemos en el podcast, que ella dice que se volvió cantante porque la castigaban como a Olga, encerrada en su cuarto, y mientras estaba ahí encerrada cantaba, y a Olga además le castigaban no ir a la librería, a la biblioteca, a leer

 

ES: A Julia,

 

AP: A Julia, era Julia, claro, definitivamente, y bueno, una de las cosas que pienso es, bueno, tú como llegaste también a ser lectora, porque hay una tradición a veces complicada, acerca de que, a ver, ponte a hacer algo de provecho, no estés leyendo, ¿no?

 

ES: Sí, lo conozco.

 

AP: Claro, claro, cuéntanos, ¿cómo llegas a la literatura, a leer, a escribir?

 

ES: Pues cuando era niña, mi mamá trabajaba por las tardes, y trabajaba en una fábrica de revistas, y casi no la veía hasta el fin de semana, y también en las mañanas, pero yo tuve mucho tiempo sola, mi hermano estaba jugando, mi papá estaba cansado, entonces yo necesitaba algo que hacer, y empecé a leer, y me encantó, me enganché, y cambió mi vida, pude ver un mundo más grande, más amplio, y por eso soy escritora, porque me encantaban las palabras, me encantaban los poemas, y yo encontraba literatura en la escuela, pero también, la verdad es que me robaba muchos libros de una tienda, de una librería, y me da un poco de vergüenza admitirlo, pero esa es la verdad, porque yo quería tenerlos, yo quería tener una librería personal, entonces, pues sí, las bibliotecas también, pero muchas veces no tenían lo que yo buscaba, fue difícil encontrar los libros que yo necesitaba.

 

AP: Y hablas mucho de tus profesores, ¿verdad? De esa etapa con tus maestros que te animaron a leer.

 

ES: Sí, sí.

 

AP: Qué trabajo tan enorme hacen muchos profesores de escuela. Pues tú hablas precisamente de todo este mundo, de las niñas, de las jóvenes, después mujeres, que son muchas de ellas primera generación que van a la universidad, y que además crecen en casas pues muy tradicionalistas, sin libros, como acabas de decir, y bueno, con muchísimos retos para sobrevivir. ¿Quiénes crees que te leen? ¿Piensas en estas niñas también que te van a leer, estas jóvenes?

 

ES: Yo siempre pienso en ellas porque yo necesitaba este libro cuando yo era joven, entonces yo pienso que les puede cambiar su vida, en que aprenden de lo que es posible en la vida, y que las cosas que piensan ellas no son raras, que no son malas, que son normales, entonces yo normalmente tengo una lectora latina en mente, porque yo escribo para mi gente, para mi cultura, y los demás si lo quieren disfrutar está muy bien, pero yo no estoy pensando en ellos.

 

AP: Qué bien, ahorita que dices tengo en mente una lectora latina, la primera vez que alguien me mencionó tu libro, precisamente el de la hija perfecta, Yo no soy tu hija perfecta, fue una chica en Puebla, mi ciudad natal, y me pareció fascinante, el libro todavía no había sido traducido al español, y ella tenía un grupo de lectores, un book club, y me dijo, oye, esta escritora maravillosa, yo ya había escuchado el nombre, pero no había leído el libro, y ella fue la que me puso a leer el libro. Imagínate, qué emoción, ahí en una ciudad, en el centro de México, que ya estaba tan identificada con tu obra, ¿no?

 

ES: Me encanta, me encanta que está publicado en México también, porque hay tantas jóvenes que pueden leer este libro y sentirse, pues, validadas.

 

AP: Exactamente, validadas. Y hablando de México, hay una entrevista que yo les recomiendo mucho, quienes están escuchando ahorita, es que estamos conversando con Erika L. Sánchez, les recomiendo muchísimo que busquen en las redes una conversación que tiene con Guadalupe Nettel, que también está en el podcast, una escritora fabulosa, y está moderada esa plática por Brenda Lozano. Estuviste en México, en la Ciudad de México, ¿no? Platícanos de este festival, de Lit & Luz Festival, y de haber platicado con Guadalupe, qué interesante, ¿no?

 

ES: Sí, fue increíble. Fue un viaje muy bonito. Conocí a muchos escritores, escritoras, artistas. Fue mi primera vez en la Ciudad de México, entonces, para mí fue muy emocionante. Y para poder tener una conversación con Nettel, pues, fue un honor, porque yo sé cómo es una escritora muy grande en México, y a mí también me encanta su trabajo. Y la verdad es que, como me encantó estar ahí en la Ciudad de México, también estaba sintiendo la depresión que me estaba empezando en ese tiempo, y fue algo también difícil. Fue algo bonito, pero estaba sufriendo en ese tiempo, y fue muy difícil poder estar en el momento.

 

AP: Sí, sí, sí, ahorita conversaremos sobre esto. Y bueno, te agradezco tanto tu sinceridad y tu autenticidad de hablar de este tema tan importante que es la depresión. Bueno, me puedo imaginar que conociste a mucha gente muy interesante, y me puedo imaginar que mucha gente quería conocerte a ti. Y te voy a hacer una pregunta que es una de las preguntas que me quita el sueño, y es precisamente, ¿cómo lograr que dentro de los Estados Unidos se lea todo el talento que viene de estos países hispanoamericanos, hispanohablantes, España incluido, el Caribe, por supuesto, y cómo lograr que en esos países se lea el talento tan grande que se está escribiendo en Estados Unidos como tú? ¿En qué momento pudiéramos crear ese otro puente que tú lo creas? Muy bonito en esa conversación con Guadalupe, porque incluso cuentan que tienen muchas cosas en común en su infancia. Me encantó la entrevista, me fascinó, de verdad.

 

ES: Ay, qué bueno, casi no me acuerdo lo que dije.

 

AP: Ya tienes tarea para regresar a ella.

 

ES: Sí, es que hay tanto talento ahorita, porque soy parte de una generación, creo muy importante, porque mi mamá vino aquí de México como inmigrante, me tuvieron a mí, y luego yo pude tener una educación, estudios así, que mi mamá nunca podía ni soñar. Entonces, poder tener tanto acceso a los libros, a la educación, eso cambió todo para mí y para gente como yo. Hay muchas mujeres latinas como yo que son muy rebeldes, porque por fin tienen libros, por fin tienen una manera de hablar de lo que sienten, de la rabia que sienten, de las injusticias que ven y sienten también. Entonces, creo que dando a las personas libros y también clases, educación, van a encontrar gente con mucho talento. Pero como estamos viviendo en sociedades que no les importa la gente pobre, entonces es muy difícil para la gente pobre tener estos tipos de sueños, porque ellos están trabajando. Entonces, es porque yo tuve la oportunidad de seguir esta vida, que yo he podido publicar estos libros.

 

AP: Claro, definitivamente. Ahorita me haces pensar en una entrevista que tuve hace poco en persona en San Antonio, cuando estuve invitada a un evento de la UNAM San Antonio, y pude ahí conocer a Rossy Lima, que ella fue una niña DACA. Y ahora, ya con todo lo que hizo el presidente Obama, cambió la situación y habla precisamente de cómo ella queda tan animada a seguir hablando y escribiendo. Hacer inspiración. Hace esto en Latino Book Review, que es una revista tan buena. Y bueno, se empiezan a hacer estas conexiones. Como tú, hay muchas otras escritoras chicanas, latinx, latinos, Mexican American, en Estados Unidos. Y ya dijiste que vienen de una generación muy importante. ¿Cómo se relacionan dentro de los Estados Unidos ustedes? ¿De qué manera sientes tú cuáles son los canales que han sido para ti más efectivos para tener contacto con otras escritoras y escritores como tú?

 

ES: Bueno, es que yo creo que por empezar muy joven y siempre estar buscando una comunidad, yo pude encontrar gente. Y yo también leía muchísimo como niña, entonces yo me di cuenta de Sandra Cisneros, por ejemplo, que ahora es mi amiga, que es una escritora increíble, que cambió mi vida con su trabajo. Entonces, es que yo siempre, siempre estaba buscando a otras personas que eran como yo. Y por eso yo creo que llegué a este punto de mi vida, porque yo sabía que yo no era la única. Entonces, cuando yo empecé a leer estos libros así de Gloria Anzaldúa, de Ana Castillo, de Achy Obejas, etcétera, yo empecé a darme cuenta de lo que estaba yo haciendo la tradición literaria.

 

AP: Claro. Y ahorita que mencionas a Sandra Cisneros, que hay una conversación muy buena, muy buena, de tu libro están presentando precisamente Crying in the Bathroom. Y pienso en ella, en esta conversación. Ahorita tengo acá sobre mi escritorio su último libro, Mujer sin vergüenza.

 

ES: Oh, me encanta.

 

AP: No, buenísimo. Traducido por Liliana Valenzuela, que es una de nuestras colaboradoras en Hablemos, escritoras. Pues pienso también en esta idea del memoir, no de las memorias. Y cómo tu libro Llorando en el baño, con una edición preciosa de Vintage, está hablando precisamente desde lo más íntimo. Platícanos acerca de tus ideas, de lo que debe de ser un memoir.

 

ES: Pues yo creo que debe de ser íntimo. Y eso no necesariamente incluye hablar de lo que hablo yo, del sexo y cosas así. Pero es tener una cierta cerqueza al lector, a la lectora. Tener una confianza en esa relación lector con escritor. Entonces yo aprendí cómo ser valiente leyendo a personas como Sandra Cisneros, que escribía sobre su cuerpo, sobre el sexo y cosas que son tabú para gente como nosotras, como latinas. Entonces ella me dio el ejemplo y otras escritoras también. Por ejemplo, Anne Sexton, Sylvia Plath y más. Yo me di cuenta que para evocar emoción yo tenía que dar bastante. Y yo creo que por eso no me da miedo escribir sobre cosas íntimas, porque para mí hay una liberación en la verdad, en decir lo que pasó. Y también de convertir esa experiencia en arte.

 

AP: Qué bonito. Hay una liberación en la verdad. Me encanta. Sí, definitivamente. Vamos a irnos un poquito atrás, porque después quisiera regresar a este libro, que me gustó muchísimo. Se los recomiendo muchísimo, Llorando en el baño. Y bueno, lo tenemos por cierto en Shop Escritoras para el mercado americano. Y quiero irme antes a Lessons on Expulsion.

 

ES: ¡Ay, wué bueno!

 

AP: Sí, qué buen libro de poesía. Qué revelador haber leído a Erika L. Sánchez en un libro de poesía. ¡Qué bonita portada! ¿Qué cosa más linda? Es un libro en donde hablas de la vida familiar, de la censura, de los padres ausentes. Muy interesante. Y ahorita vamos a hablar también de la madre presente, extremadamente presente, como esta guardiana de todo, de la sexualidad, del comportamiento, de todo. ¿Qué significó para ti escribir este libro y hablar desde la poesía?

 

ES: Bueno, pues yo me enamoré de la poesía cuando yo tenía 12 años, y desde entonces yo decidí que yo era poeta.

 

AP: ¡Qué bien!

 

ES: Porque yo sentí que esto iba a ser mi vida. Entonces no sabía cómo lo iba a ser, pero yo amaba tanto a la poesía que yo pensaba que pues esto va a ser mi vida y de alguna manera voy a vivir. Entonces cuando empecé a escribir poesía me sentí bien, pues libre, me sentí, sentí que podía decir cualquier cosa, que nadie me estaba censurando, que me sentía como, no sé, era casi espiritual para mí. Entonces yo, yo decidí pues voy a escribir un libro, un poemario, y cuando fui a graduate school, ahí estuve tres años y empecé, empecé este trabajo de escribir un libro, y duré como 10 años para publicarlo, porque pues lo cambiaba mucho, lo mandaba para unos concursos y no ganaba, y bueno, yo, yo traté de publicarlo muchas veces, pero no se pudo, y al final yo creo que fue mejor así que, porque yo pude seguir escribiendo y seguir mejorando el libro. Entonces, sí, para mí la poesía siempre la voy a escribir, es como mi base, y la prosa pues nace de ahí, porque para mí el lenguaje de la poesía es algo bien mágico, y yo creo que uno puede aprender mucho de la poesía.

 

AP: Claro, definitivamente, pues es muy bonito, es un libro muy bueno, y muy auténtico. Me encanta que hay algunos fragmentos que se pueden encontrar en línea, entonces búsquenlo, búsquenlo, es una buena oportunidad de leer a Erika de otra manera. Y bueno, primero antes de pasar a la siguiente pregunta, te quiero preguntar qué es L, Erika L. Sánchez, ¿qué habría en tu nombre?

 

ES: Normalmente no le digo a nadie, pero bueno, Lizette. Lizette.

 

AP: Bueno, no le decimos a nadie. Me encanta, siempre tenemos así como conflicto con algunos de nuestros nombres, por ejemplo, yo me llamo Adriana Marisela, Marisela es el nombre de mi mamá y fue el nombre combinado de mi abuela María Cela, entonces de ahí me viene mi herencia de mujer en mi familia, como heredé estos nombres. Adriana viene por mi otra abuela, mi abuela paterna, un padre ausente, yo tuve un segundo padre y este padre ausente, su mamá se llamaba Adriana, entonces yo heredé el nombre Adriana, y me gusta mucho el nombre Adriana. Muy pocas personas me llaman Adri, y cuando alguien me llama Adri me causa conflicto porque es solamente mi familia, mi familia que me veía de niña, entonces es chistoso que tenemos nuestra historia, ¿no, y así fue contigo?

 

ES: Sí, sí, yo casi nunca le digo a nadie de Lizette.

 

AP: Me encanta. Bueno, pues Llorando en el baño, ¿sabes cuántas veces pensé en las veces que yo he llorado en el baño y en todas las mujeres que de alguna manera, y los hombres también, el baño es un refugio para muchas cosas, ¿no? Y el título ya nos invita a ese refugio que tú estás abriendo. Cuéntanos del proceso de escribir este libro, cómo se fue gestando de manera paralela con tus otras obras.

 

ES: Fue algo que no esperaba, yo no sabía qué iba a ser después de terminar la novela, entonces alguien me pidió escribir un ensayo y empecé a escribir Crying in the Bathroom, Llorando en el baño, y pues después de eso no pude parar porque me sentía liberada por la verdad, otra vez me sentía como que me estaba haciendo un exorcismo o algo así, como que estaba sacando muchas heridas, sanando muchas heridas, entonces sí, fue un libro muy difícil de escribir, el más difícil, pero también fue el más, no sé cómo explicar, fue rewarding, sí, me sentí como que había hecho algo imposible, entonces sí, es un libro que es muy personal, se trata de cosas muy pesadas, pero también hay alegría, también hay chistes y sentido de humor y cosas así, entonces es un libro complicado, pero yo también soy una mujer complicada.

 

AP: Todos somos, nada más que algunos no queremos confesarlo y otros sí nos atrevemos a confesarlo, qué maravilla, pues este libro habla muchísimo de la figura materna y eso es un tema muy importante en nuestra literatura, siento que muchas veces con estos estereotipos, ya sabes, estos labels, las etiquetas que ponen, hablan de que las mujeres hablamos más de nuestras madres, no es verdad, los escritores también hablan de esa figura, y bueno, para hablar de este tema tan importante me gustaría leer un pasaje del capítulo Llorando en el baño de este libro, dice…


“Mientras yo rumiaba en mi cuarto leyendo a Anne Sexton y escribiendo sobre mi cuerpo, la mayoría de mis familiares se deslomaban como obreros, mi papá se levantaba al amanecer para preparar pasteles de queso con mis tíos y primos en una fábrica en el West Side de Chicago, mi mamá trabajaba en el turno nocturno en una fábrica de papel y llegaba a la casa con manos partidas y ojos melancólicos, mi tía que trabajaba en una fábrica de dulces me veía las manos cuando tenía como 13 años y me decía que tenía manos de rica. Era cierto, eran manos suaves y tersas de señora rica. Aparte de cocinar y limpiar, las mujeres de mi familia tenían empleos que consistían en trabajar intensamente con las manos, todos los días mi madre llegaba a casa a hacer los interminables quehaceres domésticos, ¿no era normal que estuviera permanentemente cansada e irritable? Su vida estaba llena de dificultades, su mundo giraba en torno a nosotros y la fábrica y casi no había lugar para nada, nunca hizo nada para ella misma, nunca pudo permitirse lujos como tener tiempo o dinero, ni pasatiempos, ni buenas amigas con las cuales relajarse al salir del trabajo. Cuando tenía como 8 años usé su crema facial pensando que era para el cuerpo, estaba tan enojada y decepcionada, quería saber por qué lo había hecho, ¿por qué haría algo así? En ese entonces no tenía ni idea de por qué me gritaba por una crema hidratante, pero ahora entiendo que probablemente era uno de los pocos gustos que se había dado en la vida y yo se lo había quitado.”

Qué fuerte, qué escena tan reveladora en ese objeto que es la crema, que significa tantas cosas, ¿no? El tener ese leisure de pensar en tu bienestar, en ese momento para ti y que tú como niña pues no lo habías visto así. Cuéntanos más de esta figura de la madre y cómo crees tú que el haberla pensado a través de este libro, tú misma creciste como madre y trataste de recuperar esas historias.

 

ES: Pues sí, yo pienso mucho en mi mamá y lo que ha sufrido en su vida porque a los 20 años se vino a los Estados Unidos con mi papá, casi no se conocían, se acaban de casar, ella quería salir de la casa y quería también tener su propia casa y trabajar y ser independiente, entonces por eso se vinieron aquí y aquí sufrió tanto, vivió otro tipo de pobreza porque no se escapó de la pobreza, nada más cambió y yo pienso tanto en cómo ella pudo pues criar tres hijos y trabajar tanto por las noches y hacerlo en una manera tan fuerte, tan sin rajarse, como dice ella. Para mí es algo bien increíble y yo lo pienso mucho ahora como mamá, pero mi vida comparada a la de ella, pues mi vida ahora es bien fácil, tengo mucha ayuda, mucho apoyo en mi familia, tengo mucho tiempo para cuidar a mi hija, entonces a veces yo me siento como un poco culpable o que no lo merezco, no sé, es complicado. En lugar de disfrutar todo lo que he logrado, a veces me siento mal, no sé, no estoy acostumbrada, no vengo de gente o de mujeres que tienen este tipo de vida.

 

AP: Claro, qué tributo tan bonito para ella, me imagino que ahora ella leer ahí pues también se da cuenta de este respeto y esta admiración, de verdad felicidades por eso. Y algo que a mí me intriga y me motivó, me movió muchísimo en tu libro, es tu gran sinceridad para hablar de deseo, de sexualidad, de alcohol, de consumo de alcohol, de depresión, como dices tú, metes este ingrediente del humor, que me pareció también interesante ver cómo a veces el humor para las mujeres está como prohibido, no está bien visto, es como sweet and sour esta combinación, y a la vez pues el confesar que tenías estas depresiones o pasaste por esta depresión tan fuerte. Platícanos acerca de estos temas tabú y de este prejuicio sobre el sentido del humor.

 

ES: Yo pienso que lo que no podemos hablar muchas veces nos mata, tenemos que poder expresar lo que está pasando, entonces para mí escribir es una manera de sobrevivir, es una manera para sentirme viva, para hacer arte con trauma, entonces creo que no me da miedo escribir sobre cosas difíciles porque todos somos complicados, todos somos humanos, todos hacemos errores, todos decimos cosas tontas, es parte de nuestra experiencia como humano, entonces por eso para mí se me hace, no fácil tampoco, pero prefiero escribir sobre la verdad y las cosas que me han pasado para poder aguantar, para poder sentir que no fue todo un gasto de tiempo, entonces así lo veo yo. Y el sentido del humor es que pues así en familias mexicanas siempre se burla, muchos chistes, apodos, cosas así, para mí eso fue muy divertido y sigue siendo muy divertido y es parte de mí como escritora, como persona.

 

AP: Me encanta y todas estas referencias que haces de tus hermanos que tenías que sobrevivir, pienso en mi hija que es la menor de cuatro después de tres hombres y sí, sí tienen que sobrevivir y ahí ella tiene un muy buen sentido del humor, es muy simpática y yo creo que es parte de esta manera de sobrevivir, ¿no?

 

ES: Sí, sí.

 

AP: Bueno, pues hay otra parte interesantísima en tu libro que para muchos que no conocen realmente cómo son las dinámicas de poder en las familias con origen hispano dentro de los Estados Unidos, es muy revelador lo que cuentas sobre tu tío que le prohíbe a su hija hablar contigo porque eras un mal ejemplo cuando te sales de casa de tus padres y porque le invitas, me encanta, le invitaste a Chipotle, ¿no? Me encanta además Chipotle, qué buen comercial,  y bueno, la invitas ahí a comer para animarla a ir a la universidad, ni más ni menos, ¿no? Cuéntanos sobre este aspecto tan importante, ¿no?

 

ES: Pues sí, yo pensaba que era muy importante, se sentía un poco agobiada y confundida y no sabía qué hacer con su vida y bueno, yo traté de convencerla que una educación sería lo mejor para ella porque luego ella puede pues estar en cargo de su propia vida y pues no, no le gustó a mi tío porque ella pensaba mal de mí porque me había ido de la casa, había viajado con mi novio, cosas así. Yo, en esa parte de la familia, yo soy como una mujer destrampada o algo, yo no entiendo por qué me miran así, pero es que yo soy muy independiente y eso no es pues aceptado, no es normal en nuestra familia, pero bueno, no se fue a la universidad, pero yo traté.

 

AP: El esfuerzo se hizo, ¿no? Pero además, por ejemplo, si ves las estadísticas, la cantidad de chicas que cuando termina high school no entran a la universidad, es altísimo en la comunidad hispana y muchas sí logran entrar a la universidad, nosotros lo vemos en nuestra universidad. Entran, se inscriben y después de un par de semestres se dan de baja y estos son patrones que muchas veces no se notan, pero en la comunidad hispana ha cambiado, sí, definitivamente en el tiempo que yo tengo ya relacionada con esta comunidad dentro de la universidad con los estudiantes, ha cambiado, pero no enormemente y creo que hay como muchas áreas que se pudieran mejorar, ¿no? Y bueno, pues ya para ir cerrando la conversación poco a poco, qué fuerte tu capítulo, ya desde los títulos de los capítulos de este libro, dices, “¿Crees que soy bonita? Marca sí o no.” Imagínate nada más eso. Yo me acuerdo que había un grupo de estudiantes en el colegio que se sentaban afuera del baño de niñas, oye nada más esto, eran niños que se sentaban con sus sillas, con letreros, con números como si fueran el desfile de Miss Universo, y cada vez que salía una niña levantaban el letrero para ver qué enumeración le daban. El prank, sí, bueno, obviamente cuando yo era niña, que en ese tiempo no había, y era en México, no había censura de ese tipo de machismos, ¿no? Y bueno, pensé en eso cuando leí Marca sí o no, y acá estás hablando mucho de los estereotipos y de los prejuicios de raza, incluso hablas de cómo te confunden con otras nacionalidades y otros grupos étnicos, otras razas, porque la gente tiene mucho a veces el bias, ¿no? De la cuestión física.  Platícanos un poco sobre cómo es que reflexionar sobre esto, ¿piensas que es tan importante hoy con todo lo que estamos viviendo en el mundo en general, ¿no? Verbalizar estos temas con los jóvenes y ponerles nombre y palabra.

 

ES: Yo creo que ahorita con Instagram para las mujeres, los jóvenes, para todas yo creo es difícil porque se comparan mucho a lo que lo que ven en Instagram, entonces hay expectativas que no son realistas, y creo que debemos de hablar sobre qué es la belleza, qué puede ser la belleza. Para mí la belleza no es solamente cómo alguien se ve, pero cómo alguien se comunica, cómo alguien trata a la gente. Entonces yo trato de dar estos tipos de consejos con mis estudiantes también porque yo quiero que sepan ellas que estas expectativas no son justas. De vernos de alguna manera, como Sofía Vergara, por ejemplo, no todas somos así, no todas las latinas se miran así, entonces creo que debemos de hablar sobre esto porque yo creo que muchas niñas y mujeres se sienten inseguras por lo que están viendo en la televisión, en el internet. Como Kim Kardashian, por ejemplo, que es una persona que no puede existir, su cuerpo no existe en la naturaleza, es lo que quiero decir. Y pienso que deben de saber que son tonterías.

 

AP: Claro, el concepto tan efímero de belleza y tan complicado, tan ambiguo. En México me encanta que hay un término en español, bueno creo que en Latinoamérica, guapa, guapo, que es también otra manera tan bonita. Una mujer guapa, un hombre guapo tiene muchas otras cosas y no es una obsesión por la cuestión física, pero también el uso de esa etiqueta puede también no venir al caso. Hay otros atributos que tienen las personas que son más valiosos. Quisiera hacerte dos últimas preguntas. La primera es, ¿cómo escribes? ¿En dónde te sientas? Ya me imagino que con tres hijos, bueno, hasta en el baño, ¿no? Es así, el baño también sirve para eso me imagino, pero cuéntanos un poco.

 

ES: No lo he usado, pero a lo mejor.

 

AP: ¿Verdad? Es que ya para estar solos, ¿no? Cuéntanos un poco sobre tu dinámica de escribir y la última pregunta, ¿en qué estás trabajando ahora? ¿Qué va a venir nuevo de Erika L. Sánchez?

 

ES: Bueno, pues yo escribo donde pueda. Yo a veces escribo en la calle, escribo en el parque, escribo en la cama, en mi oficina, donde sea, cuando me siento inspirada voy a escribir. Y muchas veces pues me escondo allá en mi oficina porque nadie puede entrar. Y también tengo mucha ayuda, tengo mucho apoyo. Mi hija va al day care, mi mamá a veces la cuida también y pues encuentro tiempo para poder hacerlo. Pero yo no tengo como una rutina, yo soy una persona que no le gusta la rutina. Entonces cambia, todos los días cambia. Pero ahorita mismo estoy escribiendo una novela para adultos que se trata de una mujer inmigrante.

 

AP: Wow, pues ya queremos leerla, ya queremos leerla.

 

ES: Me voy a tardar unos 10 años, pero bueno.

 

AP: Sí, ya se ve que te tomas tu tiempo para escribir, pero vale la pena, la espera vale la pena. Erika, ¿no sabes qué emoción me da escucharte? Eres una gran inspiración, tienes que saberlo y yo sé que ya lo has visto, no solamente en Estados Unidos, la gran decisión de haber traducido estos libros al español. Yo felicito mucho a Vintage que haya hecho esto y a Penguin que haya apostado. Es tan importante que esto se derrame a todo el continente de habla hispana y España y los otros países en donde hay gente que habla español. Me da gusto tener los libros en la tienda. Nosotros no nos dedicamos realmente a vender libros, pero abrimos la tienda porque cuando teníamos tantos podcasts y tantas escritoras, la gente nos decía, bueno, ¿dónde consigo el libro? Y ahora estamos felices porque no te imaginas los pueblitos chiquititos en donde nos hacen pedidos de libros. Cuando yo mando los paquetes o cuando las personas que hacen los envíos, porque a veces me toca a mí y a veces a ellos, es mapear Estados Unidos, es decir, hasta ahí las están leyendo, ¿no? Así que felices de tener órdenes de tus libros en español porque quiere decir que en esos lugares hay una comunidad que prefiere leerte en español y no en inglés. Así que de todo corazón te felicito y de verdad ojalá regreses a este micrófono con tus siguientes libros muchas otras veces.

 

ES: Muchísimas gracias.

 

AP: Pues una vez más le damos las gracias a Erika L. Sánchez por haberse sumado a Hablemos, escritoras. ¡Qué increíble el impacto de su obra! ¡Cómo ha llegado a tantas y tantos lectores! Muchísimas gracias a Maylin Lehman por habernos ayudado a conectar con esta conversación tan maravillosa y gracias también a todo el equipo que conforma Hablemos, escritoras. Ellos son realmente los que hacen posible esto, llegando hasta todos ustedes.

 

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AP: Yo soy Adriana Pacheco y nos escuchamos en el próximo episodio. No se olviden visitar nuestra página web, ver nuestras nuevos índices de búsqueda que están tan interesantes y tan diversos y tan multifacéticos para poder encontrar muchísimas escritoras, temas, regiones, conectar para sus clases los profesores, para los lectores quienes andan comprando libros, para los clubes de lectura. Síganos en nuestro blog también y visiten nuestra tienda Shop Escritoras para el mercado americano. ¡Un abrazo!