Adriana Pacheco: Qué mejor lugar para hablar de mujeres habitando la ciudad que desde una de las ciudades más grandes y pobladas del mundo, la Ciudad de México. Seguimos con un mes lleno de voces y temas dentro de FILUNI 23, donde Hablemos, escritoras hace un reconocimiento a los grandes críticos y escritores que esta feria nos ha traído. Gracias a Socorro Venegas y Rosa Beltrán, porque desde sus puestos en Libros UNAM y Cultura UNAM han hecho esta feria. Gracias a la doctora Sonia Feigenbaum desde la Universidad de Texas en Austin, quien ha traído a la universidad como invitada especial en esta emisión. Hoy es el turno para hablar sobre una mesa en FILUNI que toca el tema de un libro interdisciplinario, en donde colaboran geógrafas sociólogas, y antropólogos humanistas: una gran, gran aportación al campo. Su título es Mujeres habitando la ciudad. Transgresiones, apropiaciones y violencias, coordinado por Ángela Margoth Bacca y Julie-Anne Boudreau. Ellas nos acompañan junto con Laura Andrea Ferro Higuera, quien colabora en el libro y también están Guillermina Rosas López y Jafet Alejandro Guerrero Gutiérrez, comentaristas en el libro. Muchísimas gracias a Brenda Ortiz, Michel Hernández y al gran equipo que tenemos en Hablemos, escritoras en edición de podcast. Muchísimas gracias a Radio UNAM por acogernos en este espacio, yo soy Adriana Pacheco y comenzamos.
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AP: Pues qué gusto, una vez más estamos en Hablemos, escritoras, estamos transmitiendo desde la FILUNI 2023, qué maravilla. ¿Ustedes han pensado que la Ciudad de México es una de las ciudades más grandes y más habitadas del mundo, la décima zona urbana con más población en el mundo? Imagínense nada más. ¿Saben quién hace la crónica de las ciudades? La radio. Nos debemos a la radio, la radio escribe nuestras historias, escribe nuestras memorias, recorre nuestras calles y bueno, la verdad es que la radio ha marcado nuestras vidas. Imagínense, piensen en nuestras abuelitas sentadas a lado de la radio, oyendo la telenovela cada día, cada tarde, en las mañanas, oyendo las noticias. Y obviamente nosotros ahora dentro de esta comunidad de la UNAM, Radio UNAM es quien hace la crónica de esta gran familia que es la UNAM. Seamos impresionados, toda la gente que venimos de la Universidad de Texas en Austin, 130 personas en esta delegación, estamos impresionados de lo que están haciendo acá de la gran comunidad que tienen. Dentro de Radio UNAM, pues nos acaban de adoptar, Hablemos, escritoras y ahora estamos muy, muy agradecidos de estar compartiendo este espacio con Ommar Guillermo Tercero, con Rubén Camacho Piña, con Emmanuel Silva y con Francisco Chamorro, muchísimas gracias, de verdad. Me llevo sus nombres, los atesoro para que todo el mundo, todo el mundo, los más de 40 países donde nos escuchan, se vayan hasta allá. Muchísimas gracias también a Socorro Venegas, Sonia Feigenbaum, una universidad y la otra, y por supuesto, a Benito Taibo, que nos permitió este espacio. Yo no puedo estar más que feliz porque estamos en esta gran ciudad. Ustedes no se pueden imaginar, para nosotros los que venimos de fuera vemos esto así como un monstruo enorme, y las mujeres caminamos esta ciudad, habitamos esta ciudad. Y de repente me encuentro en el programa que hay esta belleza del libro Mujeres Habitando la ciudad, transgresiones, apropiaciones y violencias. Y hoy, tengo acá, invitadas e invitados de lo que es el proyecto, es increíble que los podamos tener el día de hoy aquí. Voy a decir sus nombres y ustedes brevemente me dicen de dónde son, de qué país vienen, en dónde viven ahora y qué es lo que hace, lo que han hecho dentro de este proyecto de este libro. Empezamos contigo, Ángela. Ángela Margoth Bacca Mejía, bienvenida, cuéntanos un poquito.
Ángela Margoth Bacca Mejía: Muchas gracias por la invitación. Yo soy colombiana, llevo 16 años viviendo en la Ciudad de México y bueno, actualmente soy profesora en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
APR: Maravilloso, muchísimas gracias, Ángela. ¿Y cuál es su participación en el proyecto?
AMBM: Bueno, junto con Julie-Anne Boudreau, este amiga y colega también de la UNAM, que ahora contará su historia, coordinamos este libro que usted acaba de mencionar. Es un libro que reúne colaboraciones de solo mujeres, hablando justamente sobre procesos de transgresión en ámbitos urbanos y donde las protagonistas, en la mayoría de los casos, son mujeres. O estamos dando cuenta de las diferencias, por ejemplo, entre hombres, mujeres, personas no binarias cuando viven la ciudad.
APR: Maravilloso, Julie-Anne, platícanos, de dónde eres, todo tu origen y demás.
Julie-Anne Boudreau: Bueno, yo soy canadiense, llegué aquí en la Ciudad de México hace 12 años, vine aquí de viaje, me enamoré de este monstruo, como dije en el principio, y me quedé entonces. Ahora soy investigadora en el Instituto de Geografía de la UNAM.
APR: Qué maravilla. Entonces, hiciste la coedición con Ángela, y veo en el prólogo que también tienes una entrada dentro del libro.
JAB: Sí, con Ángela coordinamos el proyecto de investigación que está atrás de este libro, y también escribí uno de los capítulos con tres estudiantes.
APR: Qué maravilla, qué bien. Laura Andrea Ferro Higuera, bienvenida, cuéntanos.
Laura Andrea Ferro Higuera: Hola a todos y a todas quiénes nos escuchan. Es un gusto estar acá con ustedes. Yo también soy colombiana, llegué a Ciudad de México hace ocho años a estudiar una maestría en estudios políticos y sociales y bueno, la vida me fue dejando en México. Ahora soy estudiante del doctorado en ciencias políticas y sociales, aquí en la UNAM y participé del proyecto de investigación que dio origen al libro. Estuve desde su inicio, así que vi un poco cómo se formó este proyecto poco a poco y soy autora, coautora de uno de los capítulos del libro.
APR: Magnífico, bienvenida. Jafet Alejandro Guerrero Gutiérrez.
Jafet Alejandro Guerrero Gutiérrez: Hola, ¿qué tal? Buenas tardes, bueno, pues yo soy comentarista del libro aquí en la feria. Soy alumno de la doctora Julie-Anne Boudreau y actualmente soy doctorado en antropología aquí también en la UNAM.
APR: Qué maravilla. Guillermina Rosas López, platícanos.
Guillermina Rosas López: Yo soy arquitecta de formación, yo vengo de la ciudad de Guadalajara y también esta gran megalópolis me atrapó y hace 25 años que vivo en ella. Entonces es interesante el origen y la llegada, porque eso también te da otra perspectiva de habitar. Y estoy ya por doctorarme en arquitectura. Entonces bueno, mi participación también ha sido como comentarista, que creo que es una manera de tejerme con ese proyecto desde una mirada desde afuera.
APR: Qué bien. Es una preciosa edición. La verdad es que yo estoy impresionada de los libros que están haciendo en la unión de universidades. Otros sellos privados también, y la UNAM tiene además unos sellos maravillosos. Bueno, platícanos, Julie-Anne, ustedes tuvieron que tener una perspectiva para abordar el tema, porque es tan masivo, tan grande que sería difícil nada más hacerlo como multidisciplinario, ¿desde dónde toman esto?
JAB: Bueno, el equipo de autoras es muy interdisciplinario y digo, este es un proyecto del Instituto de Geografía, pero somos solamente dos geógrafas autoras en el libro. Entonces el punto de partida para nosotras era pensar, cómo podemos entender las maneras en las cuales las mujeres habitan la ciudad desde la especialidad, desde el espacio, y ¿cómo lo hacen las colegas que no estudian el espacio? Estoy pensando en sociólogas, en antropólogas, en urbanistas que participan en el libro y que no necesariamente lo abordan desde la geografía. Entonces esto era como una manera de pensar las miradas disciplinarias en conversación y al principio no teníamos planeado hablar de mujeres solamente. Es decir que el punto de partida del proyecto era la transgresión. ¿Cuáles son las prácticas transgresivas que se hacen en las ciudades, en las calles, en particular de la ciudad? ¿Y cómo esto va cambiando la ciudad? Y bueno, nos dimos cuenta cuando empezamos a escribir que estábamos escribiendo en mayoría sobre, y con, y desde puntos de vistas de mujeres en todas sus diversidades.
APR: Claro. Ángela, ¿por qué venir a presentar a un espacio como FILUNI un libro así?
AMBM: Bueno, creo que estas reflexiones o esta mirada sobre las mujeres es algo que cada vez se ha hecho mucho más necesario. En el ámbito universitario han irrumpido las mujeres desde hace bastante tiempo y en los últimos años han tenido una gran fuerza, pero también en las ciudades. Aunque en el libro no estamos hablando de mujeres activistas etc. estamos dando cuenta de mujeres que están todo el tiempo corriendo límites, interpelando. Y creo que eso es algo sobre lo que necesitamos reflexionar desde la universidad y creemos que es una temática que interpela más allá de un solo país, una sola ciudad. El libro recoge sobre todo de experiencias en el caso de la Ciudad de México, pero también hay dos capítulos sobre otras dos grandes ciudades, Bogotá y Rio de Janeiro. De nuevo es este de la diversidad de las experiencias de mujeres habitando la ciudad, recorriéndolas de un lado al otro, haciendo múltiples traducciones y mostrando además cómo más allá de las dificultades de vivir la ciudad, están haciéndola todo el tiempo.
APR: Qué maravilla. Cuando terminé el doctorado escribí un artículo con una colega Stephanie Malak, hicimos un artículo acerca de Street Harassment, del acoso en las en las calles. Es un artículo que además vino muy al caso, publicado en la revista de Estudios Hispanoamericanos, y muy al caso, porque en ese momento se estaban dando como muchos discursos. Fue la época que Trump estaba ocurriendo como candidato y había como que cierta mirada acerca de la relación de los hombres hacia las mujeres, como autorizando ciertas conductas. Una de las cosas que nos dimos cuenta es que el arte estaba captando de manera maravillosa en Brasil, en Colombia y en México, este acoso y una de las manifestaciones era, por ejemplo, hacer exposiciones al aire libre. Había una buenísima que se gestó acá en la Ciudad de México, que se llama Ropa Sucia, en donde usaron eso, ropa que estaba sucia, de vino, de café, de tierra, y después esta ropa interior se colgaba en tendederos y mostraba de alguna manera muy visualmente. Hubo otras más, por ejemplo, una en donde estaban posters en las calles, pegados en las vidrieras, así como ahorita somos una vidriera de mujeres que estaban diciendo no me llames Mamacita, y perforaban los ojos de los posters y había una cámara atrás viendo la reacción de la gente. Guillermina, cuando tú te involucras en este proyecto de alguna manera, tú también piensas, me gustaría que tocaran estos temas? ¿Cuáles son los temas que a ti te gustaron desde el principio que hubieras querido y que quisiste que abordara el libro y que así lo hizo el libro?
GRL: Bueno, a mí me parece que el libro justamente lo que hace es un despliegue, un abordaje muy pluri-universo en términos de que hay muchos relatos que te van a hacer un dibujo de la ciudad. Relatos para que incluso son necesarios para ir poniendo nosotros lentes u otras miradas y empezar a entender fenómenos que nos acontecen, pero no solo que es lo que acontece hacia fuera, sino que también nos involucra como mujeres en el espacio. Y en realidad el libro, así lo encuentro. No creo que haya algo que no haya encontrado ahí. Sino más bien a lo mejor empezar a destacar esto que decías sobre la manifestación artística, lo importante que es. Recuerdo ahorita cuando mencioné hace un par de ejemplos de lo que ha pasado en México, también lo que aconteció a nivel mundial, porque se tuvo una resonancia impresionante con el tema de las colectivas. Como un movimiento bate una resonancia que no tiene parangón, entonces esto es lo que va a poner de manifiesto, es una manera de habitar, una manera de denunciar desde la represión artística, algo que está fallando, por ejemplo, desde lo institucional, en términos de lo que es la sensación de seguridad, la sensación de libertad, la sensación de la integridad a nuestros cuerpos. El arte va a ser un medio para poner de manifiesto estas problemáticas, pero el libro invita a eso también a recuperar estas maneras de expresión y de representación.
APR: Buenísimo, muchísimas gracias. Platícanos Laura. ¿De qué se trata lo que escribiste en el libro?
LAFH: Bueno les cuento un poco. El capítulo que construí en el libro es parte de un relato de vida que construí para mi investigación de maestría, que se llama “Alba cuenta.” e integra las diferentes narraciones sobre las prácticas de reconstrucción de vida de Alba tras la experiencia del desplazamiento forzado en Bogotá a causa del conflicto armado interno en Colombia. El capítulo es un homenaje a Alba, a su fuerza, a su agencia, a sus maneras de enfrentarla. Pero también cuenta de la importancia de conocer los relatos y escuchar los relatos de las mujeres que habitan las ciudades, que habitan sus periferias, que las transgreden, que tienen que encontrar la manera de recomponer la vida tras la violencia, viviendo con la violencia cotidianamente en estas grandes ciudades. Entonces el capítulo justamente que está en el libro, dialoga con la experiencia que está de Bogotá, justamente, y dialoga con otras prácticas y otras maneras de cómo las mujeres y otras personas en la Ciudad de México también han tenido que recomponer el sentido del urbano en medio de múltiples desafíos y en medio de múltiples experiencias de violencia.
APR: Claro, por supuesto. Jafet, como comentarista ¿qué te transmite el libro? Es un libro poderosísimo.
JAGG: Es muy poderoso, me parece que no nada más para las experiencias en general de las mujeres, sino para todos los sujetos nos puede interpelar desde algún lugar. Y quería recuperar algo de lo que tú también preguntabas ahora sobre el arte. Hay dos capítulos en el libro, el quinto y el sexto, que concretamente hablan sobre expresiones artísticas que no son, como se suele pensar, desde la alta cultura. Son intervenciones artísticas en una periferia urbana del estado de México para visibilizar la geografía de los feminicidios, y también una expresión popular del arte subalterno más vernáculo, que sería esta expresión de los sonideros y cómo narran también por un lado la geografía de las periferias y los barrios marginados de la Ciudad de México, cómo representan una doble subalternidad. Por un lado, una expresión popular que da cuenta de estas urbanizaciones informales en situaciones de precariedad con contextos de violencia y, por otro lado, la subalternidad que las mujeres representan en el movimiento sonidero. Refleja la perspectiva histórica de la ciudad contada desde otro lugar, no nada más desde los grandes proyectos urbanos que solemos pensar, sino también desde la calle y desde las clases populares. Todos los capítulos tienen una cosa muy interesante, habría que hablar mucho tiempo de cada capítulo para poder adoptarlos, pero me parece que esos dos apuntan un poco a ver esta expresión estética política, también desde lo subalterno y popular, y no nada más como desde esta lógica de museo que luego se piensa del arte nada más, sino en la calle más disruptivo y justo, como decía también la doctora Julie-Anne, transgresor.
APR: Claro, hay que traer el arte afuera en las calles, y llevar las calles adentro a los museos, de los dos lados. Déjenme leer el título del capítulo uno que dice, “Jóvenes viviendo en el borde. Reflexiones metodológicas desde la cartografía transgresiva.” Cuéntanos Julie-Anne, sobre ese capítulo que suena de lo más interesante.
JAB: Sí, bueno, este es realmente el capítulo en donde hablamos del proyecto de investigación y la metodología que seguimos, lo que hicimos con Laura y con otras estudiantes es que fuimos a un centro de tratamiento de consumo problemático de drogas, un centro religioso en la periferia de la ciudad. Damos un taller allá de cinco semanas, dos veces, uno con un grupo de chicos y el otro con un grupo de mujeres y de personas no binarias. Hemos dado talleres de dónde exploramos el arte, la cartografía como una manera para ellas, elles, ellos de hacer sentido de su experiencia de ser encerrados en un centro contra su voluntad y todas las violencias que han vivido en su vida. Entonces ahí en este capítulo es donde vamos viendo qué significa para estas personas, estos jóvenes, vivir en el borde, siempre en el borde entre la vida y la muerte, entre el centro y la periferia, entre ser mujer y ser hombre, ser no binario etc.
APR: Claro, maravilloso. Ángela cuéntanos un poco de los grupos sociales, por ejemplo, rango de edades, contextos culturales, zonas en la ciudad. ¿Qué otro tipo de mapeo pudieron lograr con esta maravillosa investigación?
AMBM: En realidad todos los capítulos mapean, esa es una de las apuestas del libro, que era justamente lo comentaba Julie-Anna al comienzo. Hemos comentado ya esto de pensar el espacio y esa relación con el espacio y la ciudad no solo como un contenedor, así que todos los capítulos tienen mapas, pero no tradicionales mapas. Por ejemplo, en uno de los capítulos reconstruimos las trayectorias de los jóvenes con quienes Julie-Anna trabajó en los centros. Vemos cómo se mueven de un punto de la ciudad a otro, a veces pasando por un punto muy asociado a la lógica nítida del Estado, este un lugar de detención para adolescentes, etc. Vemos cómo se mueven por la ciudad, y vemos justamente esta tensión: la gente no se queda quieta en las ciudades, la habita, la construye todo el tiempo. Por ejemplo, en el caso del capítulo que mencionaba Laura, pues ella muestra los desplazamientos de Alba por toda Bogotá, cómo se mueve por las diferentes zonas. Otro ejemplo es en los capítulos que mencionaba Jafet, uno es un texto sobre una artista, Sonia Madrigal, que se declara una mujer periférica, y que usa el arte para denunciar los feminicidios en la Ciudad de México poniendo cruces rosas por la ciudad. El color rosa está asociado normalmente a otro tipo de emociones y de situaciones, y ella pone el rosa para identificar que ahí ha ocurrido violencia contra las mujeres, entonces ahí hay otro tipo de mapa. El libro está lleno de este tipo de recorridos, y son de diferentes experiencias, toda una diversidad de historias, de múltiples mujeres, algunas que ya no están, pero que da evidencia de su presencia gracias a este tipo de intervenciones.
APR: Para cerrar esta conversación tan interesante, me gustaría que cada una de ustedes diga de manera muy sucinta, muy breve, ¿qué es lo que realmente quieren que suceda con este libro? ¿Cuál tiene que ser el impacto, la trayectoria, a quiénes tiene que llegar? ¿De qué manera aterrizamos la academia, la crítica en la vida social, en la vida de las personas? ¿De qué manera podemos verdaderamente ayudar en algo con toda esa crítica que hacemos? Laura, brevemente.
LAFH: Bueno, es una pregunta titánica, pero creo que este libro da cuenta de no solamente unas experiencias académicas, sino de una sensibilidades éticas y políticas de las autoras y de un posicionamiento frente a la academia. Cada uno de los capítulos narra no solamente desde una perspectiva analítica, por supuesto que todas son académicas sensacionales, pero narra también de una perspectiva comprometida con un horizonte social de transformación y también con encontrar pautas o pensar, claves para la transformación social. Y eso pasa, no solamente porque nosotras imaginemos caminos diferentes, sino por escuchar las prácticas y las voces de quienes están haciendo la ciudad y de quienes construyen la ciudad, y conocer, vivir y reflexionar sobre la ciudad con ellas y con ellos. Particularmente con Alba, que fue un poco la voz y el relato de la mujer que yo integré al libro, se trata un poco de que a través de sus voces conozcamos la potencia analítica de los relatos biográficos de las voces, de las experiencias y que desde ahí leamos la teoría y volvamos justamente al diálogo con las personas, con Alba, particularmente para pensar escenarios de transformación social. Creo que la invitación es a leer el libro y a pensar nuevas reflexiones desde las voces, vidas, experiencias y tramas de las mujeres y de otras personas para pensar lo urbano, para reconocernos y para buscar reflexiones más feministas, más justas, sobre maneras de transitar y conocer la ciudad.
APR: Buenísimo, muchísimas gracias. Ángela.
AMBM: Gracias por la invitación y por el espacio de nuevo. Para terminar, creo que lo que esperaríamos es que el libro sea leído por múltiples mujeres. Pero también, como lo decía Jafet, no solamente interpela a las mujeres, creo que es importante que interpele a quienes vivimos en estas sociedades y a quienes a veces no nos fijamos en todas las dificultades que pueden llegar a enfrentar las mujeres cuando transitan las calles. También para pensar en las diferencias, de que incluso si vemos muchas mujeres, igual que vemos muchos hombres por las calles, estamos experimentando de manera distinta el espacio y potenciar esa reflexividad social creo que es algo que apelamos con el libro y en este sentido no se trata solamente de propuestas para que circulen en la academia, sino pues que traten de desbordar esos límites.
APR: Buenísimo, buenísimo, Julie-Anne.
JAB: Bueno, estoy completamente de acuerdo con lo que dijo Ángela, que no se trata solamente de que circula en la academia. Yo quiero agregar también que es un libro que es transgresor en la academia, por su perspectiva y en ese sentido, a mí lo que me gustaría también, además de que sea leído por un público general fuera de la academia, que inspire a estudiantes y a jóvenes a hacer ciencia de manera distinta y a traer a la calle dentro de sus tesis, entonces decirles que sí es posible que sí lo podemos transgredir esta academia tan cegada a veces.
APR: Me encanta, estamos puros transgresores. Jafet, ¿nos quieres también hacer tu cierre?
JAGG: Pues yo pienso, en efecto, que nos tiene que convocar, o nos puede convocar como potencia a pensar diferente la academia, porque de alguna forma también, como ya decían mis compañeras, los capítulos son transgresores en tanto cómo abordan las problemáticas. Hay un capítulo, por ejemplo, donde una de las autoras dice que teorizar es importante, pero empatizar es también muy relevante. Entonces yo diría que también hacia allá tendría que ir la reflexión que esto nos posibilite. Al conocer otros mundos y al entender otras aproximaciones de cómo las mujeres viven y enfrentan los problemas de la ciudad, no nada más es entenderlos en un sentido academicista, sino también generar cierta empatía. Finalmente formamos parte del mismo mundo y a veces creemos que esa otra persona que está junto a nosotros no tiene nada que ver con nosotros o está muy distante, pero creo que también leer estas experiencias nos permite, de manera inmersiva, comprender qué está pasando ahí y tener un poco de empatía para también a lo mejor, digamos, no sabemos siempre que puede suceder por alguna colectividad futura que algo pueda desencadenar contra las violencias que enfrentamos, no me parece que esa es la potencia que tener de empatía y de acción política.
APR: Claro, definitivamente. Guillermina?
GRL: Bueno, en lo personal me parece que el impacto que a mí me gustaría que pueda tener el libro, creo que lo va a tener, va más como en la dimensión también de lo pedagógico, lo que uno aprende en estos procesos. Y me sumo a alguno de los comentarios que ya se decían. Es transgresor porque también es una manera de poner de manifiesto, de poner en la mesa que hay otras formas también de conectar y aproximarnos a la realidad. También tiene que ver mucho con el tema de resonar. A mí me gustaría que este libro, una vez que se ha leído, sea sentido. Es como escribirnos una carta de amor, como aquellas que nos escribíamos alguna vez, yo le contaba a alguien cómo me sentía, cuál era mi historia, que eso ya cada vez lo hacemos menos, sino es que ya no lo hacemos, pero cuando nos vamos leyendo es cuando vamos sintiendo lo que la otra persona me está comunicando. Y este libro está escrito en esas claves, es como una gran carta de amor, abordando otras realidades, otras problemáticas. Pero me parece a mí que en la ruta con la que yo conecto con algo que se parece más a mi realidad. Y por último, decir que en esa construcción también reivindicar que desde ahí hacemos teoría, que la teoría no sólo se construye en la academia de manera estructurada. Entonces me parece que ese es uno de los poderosos impactos entre los que ya han comentado las compañeras y el compañero que puede tener el libro.
APR: Claro, yo de verdad, de verdad estoy enamorada del proyecto. Es increíble lo que están haciendo de verdad tiene un impacto. Yo nada más pienso nosotros decimos, bueno, mujeres habitando la ciudad, son mujercitas, chiquitas, las niñitas que caminan con sus madres todos los días al colegio, las adolescentes, las mujeres que tienen que ir de un lado a otro que caminan solas, las niñas que se dan cuenta y hasta toman conciencia de su cuerpo a través de piropos que escuchan en las calles cuando ellas van pasando y con esa investigación lo que haces también dar luz dar evidencia a algo que tal vez estamos dando por obvio, y que lo vemos al día a día y entonces lo obviamos. Mil gracias, mil gracias por sumarse a Hablemos, escritoras de verdad. Ha sido un gusto enorme, las felicito, que se venda muchísimo el libro y que la gente lo lea, lo pase, pase la voz y que esté allí en los libreros de muchas casas.
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APR: Muchísimas gracias a quienes integran este libro y muchísimas gracias a nuestro equipo que nos ayuda día a día a llegar a todos ustedes. No se olviden, vayan a nuestra página web www.hablemosescritoras.org y ahí podrán ver todo el texto sobre esa conversación. Vayan y vean también nuestro maravilloso primer audio libro Andor, de la escritora venezolana Raquel Abend Van Dalen, que está disponible en todas las plataformas de audio, una maravillosa historia de un mundo completamente distópico. Vayan también a nuestra página, ahí encontrarán la primera traducción al inglés de la bellísima novela, Radicales libres, traducida como Free Radicals del Rosa Beltrán y la magnífica traducción de Robin Myers, editado en una coedición Hablemos, escritoras, Katakana Editores. Yo soy Adriana Pacheco y seguimos en esa hermosísima jornada. Hasta la próxima.