Hablemos, escritoras. Switch to our version in English

LAM 8 - Lo que leímos este año: 2024.

Episodio 586 Hablemos de ... LAM / Literatura alrededor de la mesa

12/30/2024 · Adriana Pacheco

18 libros que no podemos perdernos"

Adriana Pacheco: Bienvenidos a Hablemos, escritoras en este último podcast del 2024. Como cada diciembre el último episodio que cierra este maravilloso año es LAM, Literatura alrededor de la mesa, en el cual las críticas que nos han acompañado cada tres meses han dado verdaderas cátedras sobre diversos temas. Bienvenidos a esta emisión en donde tendremos algo muy especial para ustedes. Yo soy Adriana Pacheco y disfrutemos “LAM 8 lo que leímos en este año”.

En marzo del 2024 la conversación en LAM fue sobre un tema mayor “Migraciones. Un tema constante en la literatura” en él recibimos a la crítica Dunia Graz quien se sumó a Mónica Velásquez, Lorena Amaro, Martha Bátiz y Gabriela Polit para hablar de este tema. Juntas revisaron los muchos ángulos de las migraciones, pero también las muchas migraciones que estamos viviendo hoy. En junio tuvimos una profunda conversación en torno a lo que se está hablando el día de hoy desde la literatura sobre el género. En esa ocasión se integra a LAM una académica imperdible, Mónica Szurmuck. En septiembre, no podíamos tener un tema más actual que el de las enfermedades “El cuerpo enfermo y sus representaciones en la literatura” en esa ocasión tuvimos como invitada a la escritora María Paz Guerrero y regresó a nuestro micrófono una de las críticas que fue fundadora de LAM: Victoria Guerrero.

El día de hoy les presentamos un episodio en donde las críticas nos hacen recomendaciones de libros que tienen que ver con los temas que tratamos a lo largo del 2024.

Sin lugar a duda, leemos de muchas maneras, unas de ellas son para borrarnos de la realidad y meternos a otros mundos; otras son por lo contrario sumergirnos en la realidad para entender más qué es lo que está sucediendo. Las recomendaciones que hace el día de hoy Gabriela Polit hablan de esa mezcla, por un lado la fascinación por las letras y la magia que causan las escritoras con las plasticidad del lenguaje y por otro lado, es desde la literatura entender estos temas que tantos nos persiguen

Gabriela Polit: Quisiera mencionar tres libros el primero es Cometierra de Dolores Reyes no es un libro de este año es un libro que ya tiene algunos años pero en los últimos meses el gobierno argentino lo ha prohibido, con la propaganda de qué esa lectura obligatoria en los colegios y que es un libro pornográfico. Nada más lejos. Quiero mencionar este libro porque es un gran libro que habla además de una mirada muy original de una situación que se vive en América Latina, pero además quiero mencionarlo como un apoyo a Dolores, porque este ataque del gobierno porque además la ha puesto a ella misma en peligro. Sabemos como es ahora, hay mucha gente loca dando vueltas que escucha estas cosas y ataca personalmente a las personas que publicaron algo. Junto con este libro está Las aventuras de la China Iron de Gabriela Cabezón Cámara, sin embargo no es ese libro el que quisiera mencionar ahora sino el ganador del Premio Sor Juana de este año: Las niñas del naranjel, un libro maravilloso con una prosa musical. Gabriela Está alcanzando unos niveles de prosa muy muy bellos. Y el último libro que quiero mencionar es el de Marina Ozpina Pizano, Un poco aquí  es una mirada muy original, que con una empatía de los animales nos habla de la migración y nos habla del continente. Son tres libros que han marcado mi lectura en los últimos meses.

Hemos tenido en Hablemos, escritoras a Dolores Reyes, a la que tuve la oportunidad de conocer hace un par de años en FILUNI en la Ciudad de México. Y este año precisamente en la Feria del Libro de Nueva York tuve el honor de moderar el panel donde ella participaba. Dolores Reyes es una gran escritora. Su libro Cometierra es una gran aportación al campo. Me sumo a los aplausos de Gabriela Polit para ella, al igual que para escritoras tan brillantes como Gabriela Cabezón Cámara y como María Ospina Pizano.

Una voz importante dentro de LAM ha sido siempre Gisela Kozak con su lectura profunda y aguda de libros relacionados con temas que son actuales, así como su revisión de escritoras que están aportando tanto al campo. El día de hoy nos trae tres libros y autoras que me parecen imprescindibles.

Mis tres libros del año son: Fiebre de carnaval de Yolanda Ortiz Ruano, publicada por La Navaja Suiza en 2022; Ceniza en la boca de Brenda Navarro, publicada por Sexto Piso también en 2022; y Herida fecunda de Sandra Lorenzano, publicada en 2024 por Páginas de Espuma. Comienzo con Fiebre de carnaval de Yolanda Ortiz Ruano, escritora nacida en 1992. Esta novela representa un universo intercultural que ignoramos, específicamente en relación a Sudamérica, como el mundo afroecuatoriano e incluso el afroperuano pero acá estamos en ese mundo afroecuatoriano que además tiene un riquísimo intercambio con por supuesto el Pacífico colombiano, el Pacífico peruano, Brasil e incluso África. En esta novela, lo fundamental es subrayar el papel de Ainhoa, una niña de la isla de Limones, en una familia matricentrada, yo formo parte de una, siempre hay muchos secretos, secretos intergeneracionales que se revelan y nos enteramos una vez que somos adultas. Esos secretos generalmente tienen que ver con el cuerpo y el cuerpo es baile, el cuerpo es movimiento, es creación, es pasión, es vida, es aprender. En esta novela nos está hablando de un personaje que efectivamente aprende, que está en su mundo con esas extraordinarias antenas de niña en la transición hacia la adolescencia. Esa niña se convierte en mujer, pero convertirse en mujer tiene un alto costo y en su caso tiene una naturaleza traumática. Es una novela sobre mujeres, sobre las familias matricentradas, es una novela por supuesto sobre el machismo, pero lo fundamental no es, digamos, los problemas ideológioc y políticos que se plantean en la novela, sino ese universo de la niña, un universo lleno de imaginación que llega hasta nosotros a través de una pluma que se empapa de los ritmos interculturales de su región, de esa música que nos hermana a la gente del Caribe, a la gente del Pacífico de Suramérica y también a África. Familia, madre, cuerpo, machismo, abuso sexual, baile, maravilla, todo eso que está en esa maravillosa novela de Yolanda Ortíz Ruano.

Mi otra novela es de la mexicana Brenda Navarro, Ceniza en la boca. Esta novela toca un tema muy sensible que es del suicidio, de la migración, de la soledad y de la incapacidad de cuidar a los demás. Explora cómo las masculinidades se construyen a partir de la violencia, que puede llevarlas a la perdición de alguna manera, aunque suene del siglo XIX pero puede llevarnos en algunos casos, a la muerte. Por supuesto está la migración, que implica perder lo que uno es en su país de origen, que los migrantes que hemos tenido que salir por diversas razones de nuestra “matria” de nuestra tierra natal sentimos perfectamente. El hecho de que sigues siento tú, pero eres otra, perdiste cosas, ganaste cosas a veces te toca vivir la precariedad, la xenofobia y el desarraigo. Lo importante es además cómo se crea esa voz narrativa a ratos conmovedora, a ratos terrible, a ratos fría dura y sin embargo siempre preserva una capacidad de volver la palabra la carne de ese hermano, de esa protagonista y de su experiencia. Es una novela altamente recomendable que insisto a quienes nos están escuchando que la lean sino lo han hecho.  

Mi última recomendación es Herida fecunda de la Argimex, como se define a ella misma Sandra Lorenzano.  Creo que para todos los que hemos tenido que salir de nuestros países algo tiene que enfajarnos, que lo que dejemos atrás se convierta en la carne de la nueva vida. La “herida fecunda” que le da título a este libro es de Clarice Lispector y lo que interesa de este texto que gana el XV Premio Málaga de Ensayo, es una memoria atravesada por la condición de la autora como poeta, narradora y ensayista, nos recuerda que nuestra historia íntima, nuestra historia personal es la historia del nosotros, es la historia de la nacionalidad que nos atraviesa y nunca nos abandona, es el tema de la interrogación que todos tenemos ante las fuerzas que modelan nuestras vidas más allá de nuestra voluntad, en este caso las dictaduras que nos obligan a exiliarse. La familia de Lorenzano tiene que exiliarse de Argentina, llega a México, pero es la historia de tantos, tantos, tantos millones de personas que no hemos tenido más remedio que irnos. Además, Lorenzano no sólo tiene un riquísimo universo de referencias culturales, poéticas e intelectuales, sino también evoca sus cambios, sus movilizaciones, el dolor, y cómo ese dolor sigue acompañando a pesar del paso de los años. Sandra Lorenzano es una estupenda escritora y yo los invito a esta experiencia de lectura cargada de todo lo que se puede vivir cuando se está abierto a las interpelaciones de la vida, de las ideas, de la estética, de todo aquello que constituye el universo de una escritora. Estos tres libros Fiebre de carvanal, Ceniza en la boca y Herida fecunda cargada de vida, ideas y estética.

Estos tres libros, "Fiebre de carnaval", "Ceniza en la boca" y "Herida fecunda", nos recuerdan además lo que es esa América Latina que está presente en todos nosotros de las maneras más diversas y además secretamente interconectadas. Esas son mis recomendaciones del 2024.

Adriana Pacheco: Escuchar a Martha Bátiz siempre es muy refrescante con todos sus comentarios y además con esta lectura tan amplia que siempre tiene. Quiero aprovechar la ocasión para felicitarla por su nuevo libro que está por salir en el 2025 y que yo auguro que será muy bien recibido. El tema que aborda me parece totalmente fascinante. Las recomendaciones que trae el día de hoy incluyen también a Dolores Reyes. Estamos todas unidas en reconocer el trabajo de esta gran escritora. Otras son sus recomendaciones que también son muy buenas y además cierra su colaboración hoy con una probadita de una escritora muy interesante.

Martha Bátiz: Este año en Literatura Alrededor de la Mesa abordamos obras literarias que hablan sobre la migración, que es un tema lleno de aristas y siempre vigente porque pone en evidencia, tanto en la vida real como en la ficción, la vulnerabilidad de quienes, desde la desesperación e indefensión, arriesgan todo —y lo abandonan todo— para lanzarse en busca de una vida mejor. Yo quiero subrayar como texto importante sobre este tema, de entre todos los que tocamos, el cuento que abre la tercera colección de la escritora ecuatoriana radicada en España, María Fernanda Ampuero. Se trata del cuento “Biografía”, que abre su libro Sacrificios humanos. Es un relato autobiográfico que muestra de manera descarnada -sello personal de todo lo que Ampuero escribe- una experiencia aterradora que sufre una migrante ilegal latinoamericana precisamente en la llamada “madre patria”. Si ese cuento parece sacado de una película de terror no es coincidencia. Es que la migración, en particular aquella que es forzada por la pobreza, por la violencia, por las catástrofes naturales, es siempre aterradora, y en aquellas sociedades donde la vida es dura pero la gente no ha tenido que abandonar sus casas y su tierra y todo lo que conoce para salir huyendo, eso no se comprende, sino que se juzga y se rechaza. Y por supuesto, no falta quien se aproveche de los recién llegados que, en su angustia, harán cualquier cosa para conseguir el sustento. Este es un cuento aterrador para un mundo aterrador. Y para crear conciencia sobre un problema que a veces, por ser tan común, dejamos de mirar con atención y que se convierte en una suerte de “ruido blanco” al que nuestros oídos y miradas se acostumbran. De ahí la importancia de leer este cuento en particular, aunque yo recomendaría todos los libros de Maria Fernanda Ampuero.

Voy a mi segunda recomendación. Otro tema que tocamos en Literatura Alrededor de la Mesa fue el género y, por supuesto, de la mano con él viene la violencia de género. Creo que hay que destacar, y en este momento más que nunca, Cometierra, de Dolores Reyes, libro cuya protagonista, al comer la tierra donde alguna mujer ha desaparecido, descubre mediante visiones si sigue viva o ha muerto y, así, les brinda a sus adoloridas y desesperadas familias, en particular a las madres, la ayuda que las autoridades son incapaces de dar. Este libro ha estado en estos días en el ojo del huracán, ya que se busca prohibirlo como lectura en las escuelas argentinas pues se considera que las escenas sexuales que en él aparecen son impropias para la gente joven. Uno pensaría que lo impropio para la gente joven es que las chicas, que las mujeres, desaparezcan al ritmo en que lo hacen sin que nadie haga nada para evitarlo. Uno pensaría que lo impropio para la gente joven es no mostrarles los efectos que estas violencias, estas desapariciones, estos asesinatos, tienen en la gente (porque los personajes de ficción son, a final de cuentas, reflejos de la gente mediante los cuales se busca crear una empatía que permita que los lectores comprendan el conflicto y reflexionen sobre él). Pero bueno, está visto que hoy por hoy nada de lo que parecería lógico lo es, y es justo en el momento en que Cometierra enfrenta la censura que hay que leerlo, regalarlo, comentarlo, defenderlo, porque el colmo de los colmos es querer desaparecer un libro que habla de desaparecidas.

Voy a mi tercera recomendación. En LAM hablamos también de literatura que aborda enfermedades, y yo quisiera traer a colación dos recomendaciones al respecto. Una, la novela El monstruo pentápodo, de Liliana Blum, donde el personaje femenino sufre de enanismo y es precisamente esta condición la que la convierte en víctima y cómplice del pederasta que protagoniza la novela. Pero bueno, es diciembre y no hay que cerrar el año leyendo solamente textos que pongan el dedo en la llaga de los horrores que nos ofrece la vida real, y por eso quiero recomendar The Maid o La camarera de la escritora canadiense Nita Prose. Nita Prose trabajó toda su vida en el mundo editorial, editando thrillers y novelas de misterio, por lo cual no es de sorprender que su serie “La camarera” sea eso, una novela de misterio que hasta el mismo Stephen King ha elogiado públicamente. La protagonista, que se llama Molly, es camarera en un hotel de lujo en una gran ciudad norteamericana, y está dentro del espectro autista. Esto le dificulta establecer relaciones personales y comprender ciertas reglas de comportamiento que para otros miembros de la sociedad son evidentes. La serie de Nita Prose ya tiene tres libros publicados que han vendido más de dos millones de copias y se han traducido a más de veinte idiomas. Lo que hace diferente a Molly no solo es su condición autista, sino que estos libros, a pesar de los crímenes que hay que resolver y la maldad de ciertos personajes que se muestra sin filtros, tienen un alto componente de optimismo y de dulzura, lo cual los vuelve diferentes a la mayoría de las historias narradas en este género, y deja al lector siempre con un buen sabor de boca. El amor de Molly, además, es un joven mexicano que rompe también con todos los estereotipos. Esta es una lectura que vale la pena en todo momento del año, pero sobre todo en estas fechas cuando tal vez lo que queremos en no perder la fe en la humanidad, todos los libros se entienden si se leen de manera individual pero les recomiendo que los lean en orden.

Adriana Pacheco: Me parece muy revelador como Mónica Szurmuck empieza su colaboración el día de hoy haciendo referencia sobre lo que sucedió en los Estados Unidos en las pasadas elecciones presidenciales en donde Donald Trump regresa a la presidencia con una amenaza fuerte de deportación a los migrantes. Y me parece muy peculiar porque escribiendo para Literal Magazine mis recomendaciones de libros para este 2024 van en la misma línea.

Mónica Szurmuck: Estamos llegando al final del año 2024.  Donald Trump que fue elegido como próximo presidente de EEUU amenaza con deportaciones masivas. La agencia de las Naciones Unidas para refugiados (ACNUR) reporta que hay 117 millones de personas desplazadas por la fuerza en el mundo y las guerras en Gaza y en Ucrania dan cuenta de un planeta cada vez más hostil e inhospitalario. En este contexto tomo la impronta de LAM de elegir tres libros para reflexionar sobre los temas tratados este año. Elijo dos, por un lado, las migraciones y específicamente el espacio de la frontera de México y Estados Unidos contado por tres escritoras desde textos articulados con voces autobiográficas que se ubican de lleno en el rol de esta frontera en la constitución de espacios de vida en común.

Empiezo por Borderlands/La Frontera: The New Mestiza, el libro de Gloria Anzaldúa publicado en 1987 y escrito en un registro lingüístico particular que integra el español y el inglés. Anzaldúa interroga no solamente las fronteras nacionales sino también las de la lengua, la étnica y la sexualidad y también la posibilidad de hacer teoría desde una variedad de géneros que incluye la poesía, la cita y el ensayo autobiográfico. 

Todo el trabajo de Anzaldúa se inscribe en la frontera sur de los Estados Unidos y también en el cruce entre sus dos lenguas: el español y el inglés. Recuerdo sus presentaciones, su deambular por los salones de conferencias de las universidades, sus dibujitos en el pizarrón, la escucha a las jóvenes. Esa era Anzaldúa. En una presentación a la que asistí alguien le pidió que tradujera del español. Ella contestó “Bob Hope never translated for my mom” Bob Hope nunca tradujo para que mi mamá entendiera. Bob Hope fue una estrella de la televisión norteamericana de la década del cincuenta.

Para Anzaldúa ser lesbiana era parte integral de su identidad y la sexualidad se articula allí mismo en la frontera, la frontera era una herida abierta (an open wound) que la parte, la dividía, “me raja” “me raja”

El segundo libro del que quiero hablar es Autobiografía del algodón de Cristina Rivera Garza, publicado en 2020, durante la pandemia, libro que rinde tributo a Borderlands y también a la obra de Juan Rulfo. En este texto autobiográfico pero que sin embargo es también un novela, Rivera Garza ejerce la escritura geológica que exhibe el proceso de investigación y escritura de un libro que es a la vez la historia familiar de Rivera Garza y exploración del archivo fronterizo, una frontera que fue lábil y flexible y permitió que los abuelos maternos de la autora migraran a los Estados Unidos mientras sus abuelos paternos participaron en una huelga de campesinos registrada por José Revueltas, joven enviado en ese momento por el Partido Comunista. El libro es también como lo indica su título una autobiografía del algodón, representado desde diferentes puntos de vista en la narrativa y también en una impresión risográfica. La historia es una historia íntima vivida en comunidad y en la que el algodón nos remite a la tierra, la dureza del trabajo, la injusticia y la enorme belleza de un campo en flor en el que se desorienta Cristina Rivera Garza como niña.

El último libro del que quiero hablar es Los Niños perdidos. Un ensayo en 40 preguntas de Valeria Luiselli publicado en 2016 en español y reescrito en inglés por Luiselli misma con algunas modificaciones y publicado con el título Tell me how it ends. An essay in 40 questions. Este ensayo quedó un poco opacado por la fantástica novela de Luiselli publicada dos años Lost Children Archive en inglés y Desierto Sonoro en castellano publicado después. Los niños perdidos: Un ensayo en 40 preguntas reflexiona sobre la inmigración desde la perspectiva de los niños que Luiselli conoció en la corte de justicia inmigratoria en Nueva York en 2014 cuando trabajó de manera voluntaria como intérprete. El trabajo de Luiselli era entrevistar niños indocumentados centroamericanos que buscaban conseguir el derecho de asilo en los Estados Unidos. La intérprete tiene la tarea de ayudar a los niños y las niñas a contestar 40 preguntas que serán la base sobre la cual abogados y abogadas decidirán si estos niños y niñas califican para solicitar asilo, si son casos fuertes, si las narrativas que cuentan incluyen los fenómenos que se consideran válidos en las cortes como haber sufrido violencia o estar en riesgo inminente. La intérprete tiene que reconstituir estas historias fragmentarias, en algunos casos muy arbitrarias, pequeñas, recortadas, como en el casos de unas niñas muy pequeñas que no pueden hacer sentido de la experiencia. “Contar las historias no sirve de nada, no arregla vidas rotas. Pero es una forma de entender lo impensable” dice Luiselli.

Quiero detenerme en el final. La narradora está enseñando una clase universitaria y sus estudiantes se fascinan con la historia y deciden transformarse en militantes, usar las horas de clase para formar una organización de apoyo a los migrantes adolescentes, dejar de enfocarse en los problemas y buscar soluciones.

Dice Luiselli, “Estados Unidos es un país lleno de hoyos y Hempstead en particular es un hoyo de mierda…Pero también es un lugar lleno de individuos que, gracias a un sentido profundo de compromiso social con una comunidad, están dispuestos a parchar esos hoyos, aunque sea uno por uno.”

Yo, por mi parte, quiero creer que ese lugar sigue existiendo, un país enorme en el que haya lugar para todos.

La ilusión, el deseo, la promesa de la literatura es que en estos momentos podamos imaginarnos una vida alternativa en comunidad, solidaridad, justicia y creación. Los tres libros que elegí, Borderlands/La Frontera de Gloria Anzaldúa, Autobiografía del algodón de Cristina Rivera Garza y Los niños perdidos de Valeria Luiselli abren en esa frontera que algunos imaginan fortaleza, muro, guillotina, un hermoso y auspicioso puente.

Adriana Pacheco: La cabeza crítica de Mónica Velázquez nos trae a otros títulos distintos, desde la novela, el cuento, hasta el libro crítico son las recomendaciones que ella nos hace el día de hoy para cerrar el 2024. Todos ellos dialogan con los temas que tratamos en nuestras mesas de trabajo en estos tres episodios que salieron en el año.

Mónica Velásquez: A la hora de hacer algo tan común y tan mediático como una lista de Hits del año, siempre pienso ese ejercicio como un regalo, como algo que uno puede poner en la lista del Día de Acción de Gracias como en la cultura norteamericana, es decir no un ranking de lo más vendido, de lo más gustado, de lo mejor, sino más bien obras que yo agradecería que hayan pasado este año. En ese sentido yo diría que la última publicación de Mónica Ojeda, Chamanes eléctricos en la fiesta del sol los alegraron la vida por varias razones una porque siendo una escritora tan premiada mediáticamente tan como en el Top de todas las listas de hoy, nos demuestra que todavía es capaz de arriesgarse y eso me parece altamente premiable, tomar un riesgo y no presentarnos digamos algo que ya ella puede saber que le funciona muy bien. En esta novela se encuentran las reflexiones ensayísticas más conmovedoras que yo recuerdo haber leído sobre la música después del famoso Odio a la música de Quignard. En esta novela también encontramos reflexiones muy poco correctas de la maternidad no de cómo el cuerpo materno lidia con el feto que lleva dentro, cómo le puede llenar de una ternura que también es muy inusual en la literatura y al mismo tiempo que una decisión tan tremenda como la de interrumpir ese mismo embarazo. Otra vez nos presenta amistades extremas entre mujeres una constante en toda la obra de Ojeda. Esta vez creo que él lleva ese esa dupla de amigas a unos niveles bastante insólitos y desafiantes digamos de entender para entender un poco la afectividad entre amigas, la relación de espejo o la relación de rivalidad la relación de complementariedad creo que está muy bien planteada. Que una escritora, repito, exitosa como Mónica Ojeda tome un riesgo y nos ofrezca una novela que no apunta a la perfección sino a la búsqueda, que no apunta al cierre técnico de cosas bien contadas, sino que nos deja como siempre toda su obra ante imposibles para ciertas preguntas ondas y profundas creo que es un gran homenaje a esa idea que tenía de novela más ha sido Macedonio Fernández algo así como una novela que no nos invita a seguirla inventando cada uno de nosotros. Eso me parece una gran novela entonces de este año.

En segundo lugar pero no ordenado jerárquicamente voy a mencionar a otro libro que también está muy presente en todas las listas de Hits de este año, pero que a mí me ha permitido también la felicidad de corroborar que evidentemente no se va a poder hablar de literatura argentina sin mencionar a Mariana Enríquez este año nos sorprende con Un lugar soleado para gente sombría volumen de cuentos mesurados sujetado muy bien contado etc. que después la desmesura de la novela Nuestra parte de noche me parece una astucia de su parte. Quiero destacar algunos rasgos que me parecen importantes para valorar este libro y para incluirlo en esta esta lista de regalos que nos han dado las autoras este 2024. Por un lado uno piensa ¿qué más le puede decir Mariana Enríquez la literatura de horror? y en este cuento nos responde algunas cositas más de las que hemos visto en su obra. Uno hacernos consciente que los muertos pueden además ser tristes y los fantasmas no están ahí sólo para producir espantos sino también para producir ternura. Por otro lado así un homenaje hermosísimo a Silvina Ocampo con el cuento “Diferentes colores hechos de lágrimas”, un cuento en el que el vestido de una mujer se vuelve el arma y la herramienta de un daño soñado por un hombre me parece un homenaje hermosísimo repito si vino Ocampo y esa esa cantidad de cuentos que tiene sobre vestidos asesinos, vestidos crueles, vestidos malvados, segunda piel que pueden herir o devastar a la primera et etc. Además de eso me parece que en este cuento también rescata la posibilidad de qué los objetos porten no sólo algún tipo de daño que puede ser un tópico de la literatura de horror, sino que porten también la memoria de un daño que queda todavía pendiente de saldar. En el cementerio de heladeras entonces hay más de una memoria y no la memoria de una premodernidad, la memoria de una tecnología que en un momento desplazó a otra, la memoria de unos juegos infantiles que no fueron tan ingenuos en sus consecuencias etc. y creo que esa potencia con la que Enrique ponen este volumen de cuentos a los objetos como personajes del horror desdecirían o ponen en problema alguna de las aseveraciones por ejemplo de Byung Chul Han en las “no cosas”.  Tal vez hoy día todavía tenemos cosas y cosas que nos recuerdan lo que tal vez queremos olvidar o no podemos olvidar. entonces muy recomendable este retorno triunfal sin duda de Mariana Henríquez en este 2024.

En el último lugar quiero proponer un libro de crítica un libro de crítica colectivo coordinado por nuestra compañera de LAM Lorena Amaro Castro junto a Fernanda Bustamante Escalona ambas han publicado este año el libro Carto(corpo)grafías nuevo reparto de las voces en la narrativa de autoras latinoamericanas del siglo XXI.  Quiero recomendar un libro de críticas por tres razones. Uno porque creo que tiene la capacidad de mirar el presente y de asumir el riesgo que es mirar la urgencia del presente apostando por ir diseñando de a poco y junto a muchas voces una cartografía unas sendas para transitar la espesura de tanta publicación actual, poco como lo ha hecho también Macarena Areco y que nos permite no estar ante la actualidad sino inmersos en esa actualidad con todo y la incertidumbre que conlleva. La segunda razón es que es un libro colectivo no está escrito sólo por las dos editoras ampliabas tienen ensayos muy sesudos sino que está conformado por un grupo muy nutrido de autores y autores muy diversos en su punto de vista su filiación académica en la perspectiva en el corpus que eligen trabajar y eso siempre se agradece porque no enriquece el Corpus que conoce con otros menos conocidos o a los que uno no ha podido acceder. Y la tercera razón es que siendo un libro muy colectivo muy plural, si es un libro cohesivo que creo que es un equilibrio difícil de lograr en un libro formado por varios ensayos, porque todos o sí en alrededor de corporalidades pero corporalidades pasadas por la institucionalidad, pasadas por la pregunta por las auditorías pasadas por la pregunta del binarismo en género o su descarte y entonces logran que no se nos disperse tampoco el libro en cada uno de los ensayos sino que todo es confluyan en algo así como una entrañable charla para pensar cómo nos estamos imaginando en este presente que compartimos. Muy recomendable entonces Lorena Mario Castro y Fernanda Bustamante Carto(corpo)grafías

Adriana Pacheco: Abundantes en sus comentarios y en sus recomendaciones cada una de las críticas que el día de hoy nos acompañan. Yo no quiero dejar pasar esta oportunidad para platicarles sobre algunos libros que conocí este año. Fue fantástico con el viaje que hicimos a Sudamérica y con la visita que tuvimos a Nueva York a la gloriosa FILNYC. Quisiera recomendarles en primer lugar un libro que viene de escritora argentina Lila Zemborain, El linaje escondido. Es una belleza de libro de obra familiar que regresa precisamente algunos de los temas que tratamos durante el año, como por ejemplo la migración, las relaciones interpersonales y por supuesto también el conflicto de la familia del linaje. La edición de Beatriz Viterbo es fenomenal, un libro bellísimo tanto en el contenido como en formato.

Un encuentro maravilloso que me sucedió en Chile fue entrevistar y conocer a Ángeles Barrera Jofre quien es editora del editorial Akén, ella me obsequio un libro que verdaderamente me intrigó desde el primer momento se llama Un chal para arroparlas que dialoga de manera tan cercana con nuestra sesión que tuvimos sobre género. Esta es la historia de una cuidadora que se sacrifica, como muchas en todo el continente lo hacen por cuidar a los hijos de alguien más. Me parece que la manera en la que se habla en este libro de cuerpo intimidad, enfermedad, amor, cariños y sobretodo cuidados es muy reveladora. La autora es Verónica Feliu y la contraportada tiene un blurb de la magnífica Pia Barros.

El tercer libro es de una escritora mexicana, Cecilia Magaña, quien se ha destacado por ser muy incisiva en la manera en la que escribe. Este libro que recién nos ha llegado y que me lo devoré en el momento se llama Lo que no se mueve. Es una historia también sobre maternidad, sobre familia, una memoria y una revelación hay muchas cosas en este libro que nos llenan de incertidumbre: un museo, una novela, un incendio, cenizas, una hermana, las memorias, el desastre.

Enorme el regalo que me da Alaide Ventura. Ella me trae un libro que no puedo no mencionar, el tercer volumen de Tsunami editado coordinado y prolongado como siempre por la magnífica Gabriela Jauregui. El prólogo empieza: “Así escribo esto y el mundo arde los bosques, los mares, los territorios ocupados, cuerpos inflamados después de una pandemia y de sus secuelas, atravesando el neuro capitalismo como podemos a contracorriente procurando la resistencia, la reexistencia cada vez más en distintas maneras”.

En nombre de Hablemos, escritoras les deseamos un buen inicio de año para el 2025 y les agradecemos enormemente que nos hayan seguido todo el 2024. Muchísimas gracias a las críticas que integran LAM, es un verdadero privilegio tenerlas en este micrófono. Valoro, valoramos enormemente el tiempo y la dedicación que le han dado a esta sección

Yo soy Adriana Pacheco y es invaluable tenerlos acompañándonos ya en este séptimo año que inicia en enero.

Muchas gracias