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¿Cuál es el lugar de una hija? A daughter's Place por Martha Bátiz.

Episodio 654 Leamos un libro Reseñas

10/03/2025 · Alice Banks y Adriana Pacheco

La novela de Bátiz nos da a Isabel, la hija de Miguel de Cervantes, y con ella otra versión de la historia"

”¿Cuál es el lugar de una hija?”

Para quienes provienen de países de habla hispana, el nombre Miguel de Cervantes Saavedra resulta inmediatamente familiar. Cervantes es para la literatura en español lo que Shakespeare es para la inglesa. De hecho, ambos escritores murieron el mismo año: 1616.

Existen innumerables biografías que exploran sus vidas personales y los contextos históricos en los que vivieron. Obras esenciales incluyen los estudios de Stephen Greenblatt sobre Shakespeare, los escritos de Ilan Stavans sobre Cervantes y la extensa investigación de Luis Astrana Marín. Pero, ¿qué pasa con la ficción? ¿Qué pasa con las novelas que enriquecen e inspiran a los lectores a través de anécdotas imaginadas y recreaciones de sus vidas? Las novelas históricas, o la ficción basada en la historia, pueden enseñar y entretener a la vez. Por ejemplo, Hamnet de Maggie O’Farrell ofrece una perspectiva conmovedora sobre el hijo de Shakespeare, quien inspiró a Hamlet.

En el caso de Cervantes, la hija ilegítima Isabel —“la bastarda”— cobra vida en la próxima novela de Martha Bátiz, A Daughter’s Place (Anansi, 2025).

Ambientada en España, en un hogar lleno de mujeres que dieron forma a la vida de Cervantes —su esposa, Catalina; su hermana, Magdalena; y su sobrina, Constanza—, la novela de Bátiz nos introduce en el mundo íntimo del escritor. Recrea la vida en España durante finales del siglo XVI y principios del XVII, en el apogeo del Siglo de Oro pero también bajo la sombra de la Inquisición. Esta escritora mexicana, radicada desde hace tiempo en Canadá, cuenta la historia a través de un caleidoscopio de voces: primera persona para Isabel, tercera persona para Constanza, y oraciones y diálogos para Catalina, la esposa fallecida de Cervantes.

La historia comienza cuando Isabel, de quince años, llega a la casa de Cervantes. Allí es reconocida como su hija fuera del matrimonio y recibe su apellido: “Isabel de Saavedra, la bastarda, como un animal.” De pronto es educada en los modales de su nueva clase social, obligada a dejar atrás a su abuela, a su media hermana y la vida de risas y amor que antes conocía.

A través de la historia de Isabel obtenemos una visión de la vida de tres mujeres centrales y de los papeles que se vieron obligadas a desempeñar. Teresa, la sirvienta, funge como confidente y ancla emocional, muy al estilo de la nana en Balún Canán de Rosario Castellanos. Constanza nos muestra la importancia del matrimonio y cómo las mujeres eran tratadas como moneda de cambio, evocando la idea de la antropóloga feminista Gayle Rubin sobre “El tráfico de mujeres”. Catalina, la esposa fallecida, permite a Bátiz reimaginar la dinámica de la pareja, la influencia de la religión y los primeros pasos de Cervantes como escritor. Aquí, Bátiz imagina cómo el “Manco de Lepanto”, como se conocía a Cervantes, pudo haber elaborado sus obras —en especial Don Quijote de la Mancha. Mientras tanto, Magdalena, la hermana de Cervantes, funciona como un puente, conectando a los miembros de la familia y vinculando los acontecimientos históricos con los privados.

La novela se sustenta en una investigación meticulosa, evidente en las cartas y documentos oficiales que sitúan al lector en la época: la peste, la Inquisición, los conflictos políticos entre reyes y plebeyos, y la fricción entre facciones opuestas.

La prosa de Bátiz brilla con expresiones coloquiales y refranes que sazonan la narrativa con humor y frescura. Sus personajes se sienten vivos como gente común —enamorándose, llorando, envidiando, odiando y luchando con la confusión y el dolor. Isabel, en particular, lidia con su identidad, en busca de quién es y dónde pertenece. Los temas de identidad, pertenencia, historia y literatura se despliegan alrededor de las cocinas, las calles y los hogares de España, un país impregnado de tradición, comida rica e historia compleja.

Las novelas históricas nos permiten ver lo que a menudo permanece invisible, especialmente la participación de las mujeres no solo en la vida privada, sino también en la pública. Bátiz lo logra de manera brillante, desafiando el viejo dicho: “Detrás de un gran hombre hay una gran mujer”. Ella lo replantea más bien como: “Gracias a muchas mujeres, los hombres pueden ser grandes.”

La vida privada de Miguel de Cervantes Saavedra sigue siendo un misterio, ya que nuestras únicas fuentes son los registros oficiales. Pero la ficción nos lleva a otro nivel, retratando al ser humano —lleno de desafíos— e imaginando cómo una hija “bastarda” pudo haberlo salvado.

La novela de Bátiz nos entrega a Isabel, un personaje que encarna lo que significaba ser mujer en el Siglo de Oro de España: las limitaciones impuestas, los papeles exigidos y las luchas padecidas. Gracias a ella —y a través de ella— vislumbramos a las mujeres en la época de Cervantes.

—Adriana Pacheco

Leído por: Alice Banks