En los doce relatos de Breve azul, su primer libro, Sylvia Arvizu halló en la literatura un modo de afrontar su vida en la cárcel, un modo de explorarla, de comprenderla y de compartirla. Desde entonces aprovechó su facilidad para dar vida y voz a sus protagonistas así como para jugar con los recursos narrativos que dotan de vida a sus historias. Esos doce relatos se incluyen aquí, nueve en el segmento Breve azul y tres junto al relato “Prófuga”. El libro cierra con un tercer apartado, Mujeres que matan.