Los relatos que conforman Bernhard se muere retratan la vida de siete hombres que transitan sus respectivas soledades sorteando los caminos de la nostalgia, el vicio y la pérdida del poder. Este libro es una casa de siete cuartos habitados por una serie de personajes que no se conocen entre sí, sin embargo, convergen (y conversan) en las estancias de sus propios miedos. En esta casa hay libros, discos de vinilo, perros callejeros, charcos de ajolotes, zapatos de diseñador, uniformes Nazis y algunos puentes imaginarios por los que a veces llegan a observarse las figuras desdibujadas de mujeres que no pudieron –o no quisieron– permanecer en ella. El escritor Thomas Bernhard es el fantasma principal que deambula por la casa, mientras los otros seis hombres –que siguen vivos– tiran a un mar seco botellas con mensajes dentro.