Este libro conforma un juego de palabras donde los utensilios de la vida cotidiana se rebelan contra la realidad y, reinventándose, se convierten tanto en un horno que cocina trapos, como en una taza que se vuelve espada. Sus originales textos sirven para que los niños piensen sobre las palabras y cómo el lenguaje puede usarse para crear un mundo de fantasía.