Cada poema de la autora remite a lo maravilloso, y dentro de lo maravilloso, el horror. Tenemos un grito, un dragón, una niña que vive en lo alto de una montaña, entre otras criaturas perturbadoras. La poesía de la autora es asequible, se aleja de los clichés de la poesía demasiado complicada.