A partir de las miserables vidas de sus personajes- los invisbles, los desgraciados, los desterrados, los olvidados-, la serie Infierno provisorio, iniciada con Mamma, son tanto felice, y concluida con Domingos sin Dios, presenta historias en cuyos relatos no hay ninguna glamourización de la miseria. La pobreza pierde cualquier tinte romántico y es mostrada cuan terrible es. Vidas que enfrentan la dura realidad de partidas, empleos pobres, familias formadas a duras penas y regresos sin gloria; narraciones de soledad, amores, traiciones, hijos no deseados, trabajos infinitos y logros escasos de una migración impulsada por la esperanza de ver días mejores. Y así, en este escenario cruel, tan cerca y al mismo tiempo tan lejos de todos nosotros, mediante flashbacks, y recuerdos, Luis Ruffato propicia el reencuentro del lector, una y otra vez, con la red de personajes de este universo creado por él, espejo de la realidad brasileña de finales del siglo pasado, saldando con ello una deuda con el proletariado, la historia y la literatura de su país.