“El encanto de estos cuentos ocurre cuando se juntan la avidez de muchos por conocer al Chocó y su cultura, con la capacidad narrativa de la autora de poner el ritmo de la oralidad y la chispa de su estilo en la escritura. Por eso soy de las que desea que Amalialú escriba más: desde la voz de las mujeres, negras y mestizas, que es su propia voz, de sus versiones de los rituales, de su amor intenso por nuestra tierra, del Chocó de su memoria creado con la libertad de una fantasía erótica”. --Velia Vidal--
“Imbuidos de afán de no dejar morir el bagaje de la imaginación africana, de la imaginación negra, de la imaginación que no sale de leer ni escribir, Amalialú y yo nos encontramos. Es seguro que los cuentos del Chocó no son africanos, son chocoanos, pero, aunque en algo del fondo, sí lo son. También son africanos. Son negros. Son nuestros” --Arnoldo Palacios--