No importa cuándo se partió ni en qué dirección, porque el mar es el mismo, nos dice Gina Saraceni en estos espléndidos poemas. Aquí está el padre pescando en Venezuela los peces que había conocido en su juventud italiana. Nuestra lógica sabe algo: las especies de peces del Adriático y del Caribe son diferentes. Aun así, la imaginación, la memoria y la proyección de nuestras mentes a un futuro también hecho de posibles retornos insinúan que no es imposible sumergir el anzuelo en aguas tropicales y enrollarlo, junto a un desbordamiento, con "caballas, meros, pargos" enganchados y goteando gotas de rocío espeso de sal, "gli stessi pesci che alzava / con il suo amo / dal molo lontano di San Vito