Ginny Moon huye del pasado y vive su presente sabiendo que el futuro no existe. Esta anti heroína irrumpe en la literatura nacional en un ejercicio narrativo trepidante, impredecible y —gracias, Cecilia— divertido; en una novela que es un tour de force en el que las mujeres toman las riendas de todo hasta las últimas consecuencias: de la venganza, del amor, de la muerte. Es la historia del vínculo improbable que surge entre dos mujeres sin nada que perder y nada que probarse a sí mismas, un vínculo que florece como lirio en el lago de Chapala, entre monstruos marinos, pan dulce y hombres estúpidos, malvados o pusilánimes (elija usted, lector).