La cabeza flotaba en la espuma de tules. Parecida a la de un santo. Y según como se la mirase, parecida a la de una novia envuelta en su velo. Los ojos dormidos, la boca floja sin dientes ni palabra, las mejillas hundidas con la piel pegada a los carrillos. Se veía tan independiente, perfectamente recorada, que por un momento penséque estaba separada del cuerpo...