Los inocentes reúne seis relatos protagonizados por niños. El paisaje rural asoma en algunos de ellos, en otros el espacio se diluye y las escenas podrían estar sucediendo en cualquier lugar. Pero siempre ese lugar es el de la infancia. Una geografía muchas veces hostil: no es la infancia un territorio luminoso donde los niños y las niñas pueden andar sin prevenciones. Todo lo contrario: a veces es un monte de espinas y hay que ser muy valiente, como sólo un niño o una niña pueden serlo, para llegar vivos al otro lado. Animales sacrificados, amigas imaginarias, tediosas estancias en el hospital, platillos voladores, tarambanas, adultos descuidados y la religión, son algunos de los temas que pueblan estos cuentos.