Esta colección, la primera en su clase —ciertamente en Chicago y probablemente en todo Estados Unidos— reúne a un grupo de mexican@s radicad@s ya de manera permanente y por varias décadas en una de las principales urbes estadounidenses. Como tal, representa también el esfuerzo conjunto de un grupo de autores ante una encrucijada sociopolítica. Son actores todos de un importante devenir, autores de su propia narrativa, agentes culturales en un momento de transición histórico, conscientes todos de sus circunstancias y su papel en el desarrollo y la evolución de una nueva cultura en Estados Unidos, un país donde, a pesar del hostil clima político actual, el idioma español se sigue afianzando, aunque no sin tensiones. Por lo tanto, una de las principales inquietantes que emanan de esta antología se plantea como una paradoja: ¿cómo ser mexicano y chicagoense al mismo tiempo?