Alicia fue abandonada de niña en el basurero municipal de Ciudad Juárez; su diario rascar en busca de sustento la obliga a madurar muy pronto y la convierte en una líder en su comunidad. Griselda es una mujer que se ha entregado a su éxito profesional, pero cuando la mujer que la crio se enferma, su presente se conmociona. Reyna ha recorrido muchas vidas y se enorgullece de su favorita: llevar las riendas del prostíbulo más diverso de su ciudad. Las vidas de estos personajes, que no tienen nada en común, habrán de cruzarse y entrecruzarse, pero nunca lo suficiente como para entender todo lo que en realidad los une. En esta novela a tres voces, Sylvia Aguilar Zéleny demuestra que el destino puede ser tan sucio y arbirtrario como esa basura que se apila en un rincón de nuestras casas.