Esta semana estamos celebrando la llegada a Hablemos, escritoras de Gioconda Belli y el depósito de sus documentos en la Nettie Lee Benson Latin American Collection. Verlos en las vitrinas del Reading Room me hizo inevitablemente viajar a la década de los 1970s y pensar en otra escritora que en la misma década se tuvo que enfrentar a la violencia del Estado, la persecución, la censura y el exilio: Alicia Kozameh. Tal y como pueden escuchar en el podcast 271, Alicia escribe en sus libros de poesía y narrativa sobre esa experiencia y sobre lo que ha sido vivir lejos de su país.
En dos países latinoamericanos, Argentina, en el Cono Sur y Nicaragua, en Central América, estas dos mujeres utilizan la literatura para liberarse de un sistema opresivo, para denunciar y para dar luz a lo que sucedía ahí. Es a través de la letra escrita que trascienden a su tiempo, al exilio y a escribir desde él. Se convierten en ciudanas del mundo, a falta de ser bienvenidas en su tierra de origen y con ello atraviezan fronteras para perdurar en el tiempo.
Pensemos que la obra de Belli comienza en los 1970s con su libro de poesía Sobre la grama. Son los mismos años en los que Kozameh es encarcelada por el gobierno de Perón. Después, Kozameh escribe su primer libro, Pasos bajo el agua, que sale en 1987 en la editorial Contrapunto en Argentina y lo dedica a "todas las compañeras que han pasado por la Alcaidía de Mujeres de la Jefatura de Policía de Rosario: el ‘sótano’". Dos años después de esto se publica el revolucionario libro de Belli La mujer habitada (Editorial Diana, 1989) y años después escribe su propia historia sobre la guerra en El País bajo mi piel (Plaza & Janés, 2001).
Los 1960s, 1970s, 1980s pasaron de manera turbulenta a todo lo largo del continente americano, marcando la vida de quienes los vivieron. Yo misma nací y crecí en ellos, con una madre que buscaba sobrevivir su tiempo sacando adelante a dos hijos. En una casa llena de mujeres, con un clan de tías que vivieron de cerca Tlatelolco en 1968 y que soñaron que eran modernas bailando la Chica Gogo, como un día me recordó Rosa Beltrán.
Gioconda Belli y Alicia Kozahem eran, como ellas, jóvenes mujeres, soñadoras, apasionadas y comprometidas con sus causas, enamoradas de la literatura. Qué suerte que decidieron escribir y que con sus libros nos llevan a ese tiempo y a recordarnos su actualidad.
Visitemos la Nettie Lee Benson para ver los documentos de Gioconda Belli, porque es emocionante regresar con ellos a la historia y porque desde ellos podemos ver en dónde estamos hoy y hacia donde vamos como mujeres de estos también tiempo tan turbulentos.
Buen provecho.