Hablemos, escritoras. Switch to our version in English

Dida Aguirre García.

Episodio 571 Acercándonos a escritoras

11/14/2024 · Adriana Pacheco

Empecé a pensar por qué escribir en quechua, si había una discriminación, no había público, estaba prohibido"

APR: Hablar de literatura por escritoras que provienen de Latinoamérica, España y los Estados Unidos es hablar de muchos idiomas. Los países hispanohablantes, resultados de la conquista y colonización de España, tienen una marca que no se borra en la manera de comunicarse con el idioma de los conquistadores. Sin embargo, las lenguas nativas de todo el continente son la vida misma de muchos pueblos originarios que a lo largo del tiempo han tenido que luchar para preservar sus idiomas. Así como Hablemos, escritoras, tiene el compromiso de hablar sobre esta maravillosa escritura en español, también lo tiene con las escritoras de lenguas originarias y que a través de la traducción hablan de su cosmovisión y estructuras de pensamiento de miles de pobladores. Las escritoras de pueblos originarios son también de nuestro campo cultural. Es fundamental reconocer su trabajo, disfrutar sus libros, difundirlos y hablar más de su obra. Y sobre esto, los invito a que lean y escuchen en mi columna “Troyanas”, en la revista Literal Magazine.

Acá en este espacio de nuestro podcast.

Y para celebrar esa gran literatura, hoy tenemos como invitada a una de las pioneras en promover la escritura de escritoras de origen quechua: Dida Aguirre García. Dida nos obsequia con una preciosa conversación desde Lima, Perú, desde la Universidad Católica, para hablarnos de la lucha que tuvo que librar para hacerse visible y ser escuchada. Su carrera empieza en la década de los ochentas y, por supuesto, ella ha recorrido un largo camino hacia el día de hoy. Su obra ha sido traducida al inglés y he participado en diversos festivales y antologías.

Le agradecemos mucho a Victoria Guerrero y a Valeria Rey de Castro que hayan hecho posible esa entrevista el día de hoy. Pónganse cómodos y disfrutemos una conversación con Dida Aguirre García. Yo soy Adriana Pacheco y bienvenidos.

APR: Bienvenida Dida Aguirre García estamos acá en la Universidad Pontificia de Perú y bueno, le damos las gracias a Victoria Guerrero por esta oportunidad por habernos presentado contigo. Estamos muy contentos de estar en Lima platicando con estas escritoras tan maravillosas. Bienvenida muchas gracias Dida por aceptar la invitación.

DA: Gracias a ti por invitarme también porque es un gusto estar acá con ustedes.

APR: Igualmente, igualmente. Muchísimas gracias, pues me da emoción esta entrevista porque tú eres una escritora y además es una gran promotora del multilingüismo y eso es obviamente algo que necesitamos con tantas lenguas originarias tan maravillosas que se tiene que preservar, se tienen que rescatar a veces también. Cuéntanos un poco acerca de esa experiencia tuya de compartir un imaginario que es en otros idiomas, en otras lenguas, en otras culturas. Tienes un poco de una cultura, un poco de otra y todo esto, obviamente, hace una escritora y una pensadora única. Cuéntanos días sobre esa experiencia.

DA: Mira el imaginario que manejo tiene que ver mucho con mi lengua materna, fundamentalmente. Mi lengua materna quechua con el que me hablaron desde que nací. Sí, entonces esto lleva todo un corpus de imaginario fundamentada en la literatura oral del que participé con mis padres, mi abuelo paterno, en las tertulias literarias en lengua quechua y todo este corpus literario, es decir, saberes por un lado, por otro lado, cuentos, leyendas, mitos, adivinanzas, trabalenguas, etcétera, etcétera. Una literatura inicial en mi formación. Y todo el espacio también en el que nací y viví un buen tiempo era la naturaleza muy, muy viva. Esto aunado a también este a la literatura occidental, en la literatura que aprendí en el colegio. Y personalmente, como cultura general también. Y por mi parte de todo lo que leía. Entonces a un lado a las ciencias sociales cuando estudié en San Marcos y la adquisición de esta teoría, la filosofía y esta cosmovisión andina es todo un corpus literario. Esto es la madre nutricia de todo.

APR: Qué bella, qué bello. Eso es una manera única de decir “la madre nutricia”. Y esta idea de la maternidad siempre está muy presente en la cultura quechua. Es parte de, pues, agradecer también a esa madre que todo nos da, la madre naturaleza.

DA: Claro, mi madre era la que me hablaba en quechua y era poeta oral sin saberlo. Hablaba bellamente. Esto a mí me motivó a escribir en quechua, porque en este contexto, había un concepto acerca del idioma quechua, como que era un idioma venido a menos que era considerado ni siquiera un idioma, sino una lengua menor que era muy pobre, que no podía ser literatura, que no podía ser poesía. Y yo veía otra realidad, otro contexto. Entonces ahí tuve un poco el reto de demostrar lo contrario.

APR: Claro, Claro, maravilloso. Cuando tú empiezas con esta idea de escribir y de hablar de manera pública en quechua, pues eres una pionera. Me imagino que ha de haber sido un reto hacer ese espacio y hacer una conciencia en que es una lengua maravillosa y que tiene tanto que decir desde lo literario.

DA: Mira, para poder escribir en quechua fue todo un proceso. Yo escribía en español en el colegio y cuando ingresé a la universidad, bueno, no me satisfacía. Entonces busqué un camino. Entonces, cuando empecé Ciencias Sociales, estaba separado por un patio la Facultad de Humanidades y literatura. Ahí y tuve amistad con estudiantes de literatura que me indicaron que había un taller de poesía. Y asistí a él en forma libre porque estaba por un lado insegura y por otro lado no me satisfacía lo que escribía. Entonces en este taller encontré a poetas indigenistas que asistían a hablarnos de sus experiencias y estaba dirigido por el doctor Hilderrano Pérez. Entonces aquí empecé a pensar ¿y por qué no escribir en quechua? yo me preguntaba. Escribir en quechua no tenía público. Había una discriminación hacia todo lo andino, hacia el quechua. En los colegios, en los centros educativos era prohibido hablar quechua. Los padres nos prohibían hablar quechua porque decían que no íbamos a expresarnos bien en el español y por lo tanto, van a ser humillados en el colegio, entonces no hablen. Y eso se dan hasta la actualidad. He tenido experiencia el año pasado, por ejemplo, de acudir a un evento en una comunidad y las señoras me decían que por lo menos ahora enseñan quechua de los primeros grados y nosotros que prohibimos hablar el quechua a nuestros hijos. Entonces es todavía se da ese evento en nuestro país. Entonces, ante el ninguneo, digamos así, del idioma quechua de que no podía ser literatura, entonces me motivó a escribir para la historia, escribir para los investigadores, escribir para el futuro. Y que pensaba, nunca voy a leer, solamente voy a escribir pero para escribir tengo que traducir. Entonces me puse a tomar esto como un reto. Fue un reto para mí guardando un perfil bajo, entonces eso ocurrió. Entonces eso fueron los inicios, digamos así. Cuando publiqué por primera vez porque nosotros formamos un grupo literario en San Marcos y publiqué en una revista. Me acuerdo ni siquiera en San Marcos, sino en una revista de Tacma creo que fue. Y salieron los 3 cuatro primeros poemas en quechua. Y bueno, yo no pensaba que iba a ocurrir lo que ocurrió. Cuando saqué estas primeras publicaciones y me contactó el doctor Vaquerizo, que era crítico literario erudito en lo que se refería a todo lo que era andino en literatura y también en español, era una persona muy, muy preparada en el centro del Perú en Moncayo. Él me contactó y tuvimos largas pláticas, largas conversaciones acerca de la literatura quechua. Yo era de Ciencias Sociales, no era de la especialidad de Literatura.

APR: ¿En qué año es eso?

DA: Estamos hablando los años ochentas, casi los noventas. Y ya en el Perú se estaba dando una efervescencia política muy fuerte. Entonces el doctor Vaquerizo ya había sacado el Lluvio perdón, Arcilla, la primera publicación, la primera edición.  El doctor Lienhart estaba haciendo investigaciones acerca de la literatura quechua en el Perú y se lo se lo dio él al doctor Melis en Italia. El doctor Noriega hace una parte de su tesis doctoral en la Universidad de Pittsburgh. Y así empieza a difundirse a nivel internacional más que nacional. Entonces yo no leo por primera vez en Perú, si no lo hago en afuera de Perú. Entonces estos que nunca pensé leerlos jamás, y yo empecé escribiendo para el futuro. Y por la misma discriminación que existía. Más o menos eso.

APR: Pues qué reto y qué bueno que de repente encuentra uno ángeles protectores que nos ayudan, que nos van abriendo las puertas y obviamente a veces está el dicho de “nadie es profeta en su tierra”. Haber empezado a leer fuera de Perú pues crea también después una conciencia en el Perú. Y ese es el cambio que empieza a marcar a tu propia gente y a los otros escritores. ¿Cómo fue cuando ya pudiste empezar a leer y a publicar en Perú?

DA: Mira, la primera vez que leí en el Perú tuve una mala experiencia. Y yo ya había leído en el extranjero y en el extranjero la apertura, la audiencia era respetuosa. Y había una expresión muy diferente a lo que encontré en Perú la primera vez, cuando la gente empezó a mirar el piso, ponerse nerviosa, mirar al costado. Entonces uno como está al frente, uno ve las expresiones. Entonces me sentí muy mal. Eso fue la primera vez. Guardé en ese periodo este bastante distancia y ya después empecé a leer en eventos que me empezaron a invitar en diferentes ya cambio, cambió poco a poco. Y ahora, con la difusión que hay a través de los medios de comunicación de masas acerca de las lenguas originarias, ya empieza un poco a cambiar la situación.

AP: Claro, hay un video muy emotivo. A quienes nos están escuchando los invito a que lo busquen. Está en YouTube, creo que lo encontré, es el Festival internacional de Poesía de Medellín y entonces empiezas a leer. Y hay una mujer en el público que está sentada con un manto sobre su regazo cubriendo un niño, pero no podemos ver al niño. Y en el momento en que tú empiezas a leer por algún motivo, la cámara enfoca al público y el niño levanta la manta y él sale de ahí, de donde estaba escondido, tapadito. Y se te queda viendo con una emoción. El fotógrafo empieza a enfocar las caras del público. Había gente que estaba distraída y en ese momento levantan una cara con una sonrisa. Se les vio como tu lectura de Jarawi, estabas leyendo Jarawi, suena tan hermosa y la gente se le ve emocionada. ¿Qué es para ti llegar a los que sí pueden entender quechua y que en algún momento se sienten apreciados y se sienten apreciados cuando te escuchan leer?

DA: Bueno, cuando empiezo a saludar. (saludo en quechua). O sea, ¿cómo están? ¿cómo se encuentran?  Yo me alegro. Entonces ahí cambia todo cambia mucho y cambia también mucho la recepción del público, porque el público me contesta, me mira, me dice. Entonces ahí es donde uno siente la emoción, la emoción de que sí hay ya personas qué escuchan y se sienten bien escuchando lo que voy a leer. Porque que no ocurría, no ocurría, ha cambiado bastante.

APR: Claro, Claro, hay también un esfuerzo ahora que ya se está notando de hacer más presentes a las lenguas originarias. Y obviamente se está ahí hablando con otros colegas de descolonizar la literatura, de darle un lugar a lo que le llaman Perú Nación Quechua. Estuvimos en Machu Picchu hace unos días, hace un par de días y nos dimos cuenta que en Cuzco y en Machu Picchu hay muchísima gente que está hablando quechua y los felicitaba, cada vez que lo escuchaba lo felicitaba de que están protegiendo su idioma ¿De qué manera piensas tú que los esfuerzos que se están haciendo ahora, desde la capital desde Lima, desde esas instituciones y otras instituciones, verdaderamente sí va a impactar? Porque les pregunté varios de ellos ¿cómo estaban preservando? Y algunas respuestas no fueron muy buenas.

DA: Claro, no fueron buenas porque es una lengua que se ha utilizado como herramienta para la evangelización, por un lado, cuando empezó la colonia. Y luego se utilizó para la extirpación de idolatrías en el que acompaña esta extirpación de idolatrías. Entonces hay todo un recordar el pasado respecto a que, como decía anteriormente, los padres prohíben hablar el quechua para evitar lo que nosotros llamamos el “mote”, o sea, hablar mal el español. Es lo que ocurre en cualquier otro idioma. Alguien que tiene una lengua materna, que es el alemán, por decir, habla español y tiene un acento. Entonces, eso es lo mismo que está ocurriendo todavía. Entonces, de lo que se trata es de preservar, darle el valor necesario, investigar el idioma, sobre todo los saberes, los saberes que están imbuidos en toda la cosmovisión andina y que se encuentra en la salud, se encuentra en la en la agricultura, en lo espiritual, en la cotidianidad andina. Preservar todo esto, como inclusive yo pienso como base estos saberes como base de la construcción de la nueva filosofía, andina, latinoamericana, y que los filósofos bueno, están tratando de deconstruir la filosofía occidental que nos impusieron. Que también estaba no en la en la literatura, que estaba en el derecho, que son principales ciencias que se impusieron. La conquista, fue muy dolorosa, en el sentido de que aquí había una manera diferente de percibir las cosas, de vivir. Cuando algún autor dice, “destruyeron de facto y compulsivamente el espacio y el tiempo del mundo andino”, donde la gente tenía otra manera de concebir el mundo y de pronto se encontraron con el mundo al revés. Entonces fue aquí donde los saberes empiezan a replegarse y estos saberes están preservados a través de las abuelas al pie del fogón, o sea, y no permite que lo forastero, que lo externo, inclusive a los investigadores no les permiten mucho acceder a estos espacios. Porque hay toda una historia muy dolorosa que todavía está en la memoria y que se nota en los saberes, que se nota en la literatura misma en el arte. Y actualmente, sí, yo creo se está abriendo algo porque tenemos los tejidos en el arte, la pintura, tenemos en la literatura, tenemos en la poesía, en la narrativa el quechua. O sea, se está dando este movimiento fuerte en la construcción de la nueva identidad. O sea, y ya tenemos desde Ollantay. En Ollantay ya encontramos atisbos de identidad, y a través de la historia tenemos todo un proceso histórico, obviamente la literatura extraordinaria que se ha desarrollado en Perú. Y también lo que podríamos llamar la descolonización a través del lenguaje a través de la concepción del mundo, o sea, de la cosmovisión. Todo esto tiene que ver desde 1904, cuando aparecen los primeros movimientos, un poco formales de mostrarnos la literatura quechua en Tarma, que por primera vez se publica algo que se ha recolectado y de narrativa y de poesía que se plasma en traducción en un libro. Y ya luego después viene el doctor Noriega, que empieza a decir que hay una consolidación ya de una literatura quechua en 1948 que publica también en quechua. Y ahí está, Arguedas. Digamos una gran pléyade de escritores hasta la actualidad. En la actualidad ya los poetas jóvenes escriben en quechua y ya ni siquiera lo traduce. Incluso hay un libro, una novela en quechua que fue premiada, que está enteramente en quechua sin traducción y también poesía de Percy Borda, que es Nina Nina Jallo, que no está traducida. Entonces hay un movimiento de ese tipo. Que creo que es temporal, porque en algún momento Regina dijo la traducción se hará en algún momento, en otras circunstancias no se da. Podría ser que a futuro empiecen a traducir.

APR: Claro que sí, pues qué bueno que se esté dando ese movimiento y que tengan el ímpetu de hacerlo, de proteger a de esa manera bueno. Pues quienes están escuchando estamos conversando con Dida Aguirre García, poeta, narradora, traductora, guionista. Has hecho tantas cosas. Y además tienes este libro bellísimo. Se hizo una reedición de su libro Arcilla, que originalmente fue editado en 1989 y ahora tienes una reedición en el 2023, ¿verdad? ¿Quieres leernos Dida de este libro y ahorita contarnos un poco sobre él?

DA: Bueno, hacía la segunda edición en este libro fue el primero que publiqué. Bueno, le voy a leer mejor. Aquí hay un poema que dice:

(Lectura en quechua)

Es mi cabeza
plomo puro

mis ojos
brasas ardientes
gusanito
de
candela fría
en
tu fuego helado
me cuajara
con
estas llamas
habitado en mi corazón
hojitas de capulí
¡ay si tus hojitas
yo
fuera!
en este
holocausto del
mundo
yo que
en el nudo
de esta tierra
estoy
enraizada.

APR: Bellísimo, bellísimo. ¿Tú hablas otras lenguas, Dida, además del quechua?

DA: Bueno, un poquito de ashaninka porque mis padres cuando tenían 9 años, 8 años, esto fuimos a la selva alta a Satipo y directamente estuvimos en contacto con los ashaninka en su comunidad. Yo jugaba con las niñas con cushma.

APR: ¿Qué es cushma?

DA: La vestimenta marrón que tienen, con sus adornos con plumitas de pajaritos, Y sus collares. Tenía mis amigas, íbamos a ir por el monte. Para mí era maravilloso eso de interactuar con ellas, yo les hacía formar. Les hacía cantar el himno nacional, era la profesora. Era lindo todo, o sea, ahí aprendí este algo de ashaninka también, pero normalmente hablo algunos otros idiomas académicas o sea, un poco de inglés, que se está publicando, que se están traduciendo al portugués también en los estudiantes de maestría.

AP: Qué maravilla. Qué maravilla, qué maravilla que la relación con los estudiantes siempre se enriquece mucho porque ellos nos ayudan de alguna manera a llegar a otros lugares. Y bueno, se me hace muy interesante que además has ayudado con traducciones, con doblajes de películas, está por ejemplo Volver a ver y Ciudad jardín. ¿Cómo ha sido esa experiencia de bueno, pues de que también se ayude en esos otros medios que son, pues masivos que llegan a tantas personas?

DA: Y yo sé que han publicado mucho, inclusive han hecho tesis. Me llegan cuestionarios del extranjero, de Italia, de Estados Unidos, de Francia, de acá mismo del Perú, para hacer tesis de los 3 libros que tengo. Y han publicado, han traducido de incluso al inglés, pero no tengo conocimiento de todo esto.

APR: A veces lo hacen y ni siquiera te enteras, porque además es mucho. Y lo que sí ha contribuido un poco con eso es que tú misma sí has participado en otro tipo de eventos fuera de Perú, como lo dijiste al principio de la entrevista, y acá me gusta mucho este festival, Festival internacional de Poesía de La Habana y Festival Internacional de Poesía de Medellín. ¿Qué te trae a ti esa dicha de convivir en estos festivales con tantas personas que valoran lo que has hecho después de esta trayectoria que inicia en los ochentas?

DA: Claro, o sea, el para ir al Festival Internacional de la Banda, que fueron más de 100 poetas en lenguas originarias de todo el mundo. Fue extraordinario.  A mí y a Odi González nos invitaron a través del doctor Hilando Pérez fue la primera vez que salí al extranjero. Nos trataron muy bien como embajadores. Fue maravilloso que dediqué a todo el pueblo.

Queso en el Perú. Yo en esa experiencia fue cuando leí por primera vez. Y salir al extranjero es ver la importancia que tiene lo que lo que uno escribe, en este caso. En Medellín fue muy importante porque saqué una experiencia que siempre cuento. Estuve esperando para una de las tantas presentaciones que tuvimos y le digo a Rendón le digo “¿y dónde está la mesa donde voy a voy a sentarme?” “ahí” y me dice . Había una mesa donde estaban sentados, un francés y de África había un colombiano y no recuerdo quien más. Habían varias personas. “Tienes que sentarte, ahí está tu pez.

APR: Guau.

DA: Entonces acá nosotros no discriminamos. Si ustedes son de lenguas originarias o no, porque todos tienen sus lenguas originarias, el francés tiene su lengua originaria y en eso hace la poesía. El inglés igual, el africano, igual o sea nosotros no discriminamos acá. Entonces esa experiencia fue muy bonita. Porque en un principio el que estaba a mi costado era un señor de muchísima edad de Colombia y hablaba con otra persona al costado y como decía, como que nosotros estamos sentados frente a alguien de lengua originaria, que no, no es no, que no debería estar ahí. Y cuando terminamos el evento me felicitó. O sea, fue una Importante porque cada vez que vengo a acá, cuando leemos acá en Perú, me acuerdo para hacer un contraste, en San Marcos nos invitaron en el patio de letras una a leer poesía en lenguas originarias Y en el teatrín de letras se estaba presentando también lectura, pero en español. Nosotros en el patio y ellos en el teatrín. ¿Entonces yo me pregunto, qué está sucediendo? nosotros mismos nos discriminamos. ¿O qué está pasando, no? O sea, todavía las lenguas originarias tienen que leerse en un patio de letras o tienen que hacerlo en el teatrín. Entonces todavía no hay esa conciencia de que la lengua originaria es igual que una lengua originaria francés, una lengua originaria inglés, que son lenguas originarias y hacen poesía en sus lenguas originarias. Entonces tienen el mismo valor. Ahora, la calidad puede variar de acuerdo al poeta, como también varía en esos países.

APR: Claro.

DA: Entonces, el interactuar con poetas de muchos países del mundo es muy importante para traer experiencias, experiencias vivas.

APR: Pues felicidades Dida. Y bueno, una última pregunta en esa conversión tan interesante, tan emocionante, tan motivadora, de verdad ¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto? ¿Tienes algún libro que viene en camino?

DA: Bueno, actualmente, ya no trabajo, ya estoy en mi casa, dedicándome un poco a escribir lo que le robaba el tiempo al trabajo para escribir. Ahora estoy escribiendo un libro. O sea, lo escribí de tiro. Bueno, porque hay etapas donde uno no escribe nada. En este caso escribí haikus, más de cien haikus en quechua. Pero me vi con el problema de la traducción. Traducir un haiku en quechua es muy difícil. En este caso el Haiku es la técnica de 5-7-5, la trato de respetar, porque si no se respeta mucho esto, se dispersa ese momento fotográfico de lo bello, no de repente una hoz del caballo pisa violentamente una piedra en un charco y salta una rama, ante el fulgor del sol. Entonces apretar eso en 3 versos, en quechua se puede hacer y lo estoy haciendo y lo hice.  O sea, ya lo van a publicar, pero tengo dificultades en la traducción. Lo que se va a hacer es que lo van a diagramar estas figuras para un poco explicar los poemas y hacer algunas explicaciones. Porque el que no con el que no entiende completamente el quechua, el que no sabe no va a poder disfrutarlo, leerlo. 33 ó 34 millones de habitantes, de los cuales solamente hablamos quechua tres millones y medio más o menos entonces imagínense, es muy difícil este llegar a ese público de más de 3 millones en los eventos, porque en los eventos generalmente son de académicos, son de personas que aman la literatura quechua, la poesía quechua, estudiantes, investigadores, los que escriben quechua, o sea no todos. Pero si se llega a ese realmente al pueblo quechua, qué placer, que emoción.

APR: Muchísimas, muchísimas gracias por venir hoy ha sido un placer conversar contigo. Gracias por venir hasta acá, a esta universidad que nos está cogiendo. Yo quiero agradecer muchísimo a Valeria Rey de Castro, que además fue compañera mía en el doctorado y ahora está trabajando acá en la Universidad Pontificia, aquí en Perú, en Lima. Le quiero agradecer a ella enormemente que nos ha permitido tener este espacio tan cómodo, tan silencioso en donde pudimos platicar tan a gusto. Muchas gracias y felicidades por esa carrera.

DA: Gracias. Gracias a ti. Gracias a las chicas que nos están viendo y los chicos también. Muchas gracias. Muy amable. (Despedida en quechua)

APR: “Mi imaginario tiene que ver con mi lengua quechua” nos dijo el día de hoy Dida Aguirre García. Ha sido un honor, un verdadero privilegio escucharla el día de hoy platicar de todo este camino que ha tenido que recorrer para hacerse visible. Yo soy Adriana Pacheco y estas conversaciones que les llegan cada semana son gracias a un gran equipo que está atrás de algunos escritores. Muchísimas gracias a Andrea Macías y Brenda Ortiz por el gran trabajo que hacen en marketing, social media, difusión, eventos, diseño gráfico. Muchísimas gracias a Fernando Macías, ingeniería de audio gracias a Christian Josephi edición de podcast. Nuestra imagen y todo nuestro concepto es gracias a la empresa Enigma. Nuestra plataforma es gracias a la plataforma NazoLab. Gracias también a todas nuestras colaboradoras y a nuestro equipo que está siempre con la traducción. Yo soy Adriana Pacheco y he sido un gusto enorme tenerlos en esta ocasión hasta la próxima y no dejen de visitar nuestra página web y seguirnos en las redes.