Fernanda Solórzano dice en su libro Misterios de la sala oscura: Ensayos sobre el cine y su tiempo (Taurus, 2017) que la campaña lanzada en 1968, para promocionar los cigarros Virginia Slims, creados “para el mercado femenino”, proclamaba triunfante: “Has recorrido un camino largo, nena”. La idea era hablarles a las mujeres que empezaban a “pelear por su emancipación” y que una nueva era estaba comenzando con los discursos de lo que se conoció como la Segunda Ola Feminista. En el mismo año, inicia la historia contada por Rosa Beltrán en su reciente libro Radicales libres (Alfaguara, 2021), donde también habla de este entusiasmo generado por el “woman’s lib” y cómo para algunas cambió sus vidas y para otras, en algunos temas, fue como “una línea en el agua”.
Y si bien es cierto que los 1960s marcan el inicio de una era de más de 50 años de logros en pro de las mujeres, también lo es que hoy en el 2021 parecería que algunos países están dando marcha atrás y se está desandando un largo camino ya recorrido. Hoy, vemos incrédulos la imagen de las mujeres afganas a punto de quedar atrapadas nuevamente bajo el régimen Talibán y cómo en el siglo XXI estos grupos basados en principios fundamentalistas atentan directamente en contra de la seguridad, la integridad, las garantías e incluso la vida de miles de ellas. Somos testigos de cómo la puerta de un país se cerrará y el mundo ya no podrá ver qué es lo que está pasando dentro de él, donde muchas niñas, jóvenes, y adultas perderán todo lo ganado, como Lynsey Addario lo dice en su artículo “The Taliban’s Return is Catastrophic for Women” (The Atlantic, agosto 16, 2021).
Y en este mundo que se convulsiona de esta manera, no solo para las mujeres sino también para los hombres, las voces de muchas se levantan para convertirse en megáfonos que hacen visibles tanta violencia e injusticia social. Iniciativas como la artista afgana Shah Noori o grupos como el Feminist Majority Foundation son desde distintas partes del mundo voceros reuniendo en ellos a mujeres que se organizan y utilizan las herramientas que se tienen disponibles para libras sus muchas luchas. Trabajar juntas no es, como alguien alguna vez me dijo “reforzar un ghetto y hacernos aún más una minoría”, sino todo lo contrario, cuando las mujeres nos unimos creamos una inercia que muchas veces incluso logra construir redes transnacionales que se ayudan mutuamente para enfrentar las distintas dimensiones de un poder masculino y hegemónico que se niega a cambiar.
Ese es nuestro compromiso en Hablemos, Escritoras., colaborar en este largo camino que aún nos queda por andar. Las y los invitados a nuestro proyecto nos guían en esta tarea, por lo que cada inicio de mes nos entusiasma compartir un programa cuidadosamente curado y tejido para todos ustedes. Es nuestra oportunidad también para agradecerles a todas ellas y ellos su generosidad y su ánimo de compartir e inspirar a otros con sus palabras.
Empezamos el mes felices con un episodio más en nuestra nueva sección dedicada al "cine", para recibir a la cineasta y guionista mexicana, Alejandra Márquez Abella, quien desde la pantalla grande y la televisión ha tocado la vida y la imaginación de muchas generaciones. Hablamos sobre su película Las niñas bien (2018) —basada en el libro de la gran escritora y crítica cultural Guadalupe Loaeza—, y de su trabajo en televisión con los guiones para las series Imaginantes y Soy tu fan. También nos cuenta sobre su última película El norte sobre el vacío, y me emociona que con ella aborda un tema urgente: las masculinidades. Nos deja curiosos con su próximo trabajo sobre la vida de José M. Hernández, el primer astronauta mexicano-americano, donde seguramente volverá a deslumbrarnos.
Reconocemos también en este mes de independencias latinoamericanas, la carrera en el rigor de la academia con la intersección de la literatura y la historia. Recibimos así a tres académicas y escritoras: Verónica Nieto —argentina radicada en Barcelona—, Tamara Figueroa —chilena radicada en la ciudad de la luz, París—, e Ingrid Solana, ensayista mexicana, con su último libro Memorias tullidas del paraíso (Dharma) . Ellas nos recuerdan que cuando pensamos la literatura la estamos poniendo en diálogo y con ello nos actualizamos. Fascinante será para quienes las escuchen sus distintas visiones y sus exploraciones sobre identidad, migración, memoria, y locura; así como su indagación en teorías críticas y nuevos estudios como el estructuralismo genético y la sociología literaria. Algunos de los escritores, pensadores y filósofos que trabajan son: Margarite Duras, Alejandra Pizanik, Artaud, Roberto Bolaños, Pedro Lemebel, Maurice Blanchot, y Chantal Maillard.
Y en entrecruce de migración y literatura, nadie mejor que escritores que han luchado como promotores literarios y editores para difundir a otros. En esa línea tenemos el gusto de conversar con Ani Palacios, escritora y periodista peruana radicada en Ohio, 12 veces ganadora del International Book Award, editora de Pukiyari y creadora del término “Literatura Fusión” para hablar de escritores produciendo en los Estados Unidos. Junto con ella recibimos a Ana Cecilia Calles, representante de esta nueva generación de jóvenes que desde la academia y el trabajo colaborativo hacen proyectos como Himpar, una editorial colombiana que da espacio a escritores nuevos publicando unos libros y portadas bellísimos. Otra editorial que se suma a Hablemos, Escritoras. es Ars Communis, y nos entusiasma conversar con su fundador, el escritor argentino Fernando Olszanski, quien desde Chicago nos habla de su visión sobre lo que ha de ser una gran red que, desde una escritura del desarraigo, construye el arraigo y ayuda a borrar las diferencias sin perder las particularidades y la unicidad de cada uno de los escritores en la diáspora contemporánea. Y en este ímpetu colaborativo conversaremos con Marlene Corona y Mónica Navarro, quienes en nuestra sección "Hablemos de..." nos cuentan sobre "Te de querer", un taller de escritura, una casa editorial, y un canal de Youtube.
Y así como nos actualizamos en los proyectos más contemporáneos y las nuevas visiones sobre escritura, así también hacemos un reconocimiento a las escritoras que nos antecedieron. Este mes nos da mucho gusto recibir de nuevo a nuestra colaboradora Alejandra Márquez con una lectura de un libro publicado originalmente en 1959, El lugar donde crece la hierba por Luisa Josefina Hernández y que es rescatado en la colección “Vindictas”, maravilloso proyecto de la UNAM coordinado por Socorro Venegas. La lectura es deliciosa, el libro es un gran rescate y su reimpresión nos da la oportunidad de leer la bellísima presentación de Ave Barrera, otra joven escritora de nuestras letras contemporáneas.
Así, agradecemos a todos ustedes que nos siguen y difunden, y a nuestros colaborares y equipo, que sea posible un mes más de trabajo para ampliar las barreras de un canon anquilosado, para reconocer la importancia de la academia y para presentar, disfrutar y reconocer el trabajo de cineastas, críticas, escritoras, editoras y editores.
Trabajar en la obra y la carrera de tantas mujeres es nuestra manera de rendir tributo y solidarizarnos con todas aquellas que por más que caminan, a veces parece que no avanzan y que el camino por recorrer es cada vez más largo.
Hagamos lo propio desde nuestras trincheras, en el esfuerzo por cambiar el estado de las cosas.
Buen provecho