Todo antes de la noche nace luego de una visita de la poeta al Museo del Pérgamo en Berlín. Desde los muros de cerámica, los leones azules de Babilonia, los poloi en las cabezas de los dignatarios, ... ella vuelve a reencontrarse con su infancia en Chihuahua: la madre, pero sobre todo, la muerte de la madre que la autora asimila como la muerte y nacimiento de su voz: “el encuentro con la primera voz: la muerte”. Se dice que la madre es origen. En este poemario ese origen da vida a lo recobrado desde un acontecer poético situado en las márgenes del Eufrates, en esa orilla donde Brueghel da vida a su obra, reconociendo que Babel no es confusión sino la conformación de un ser que se nombra desde el abandono. En Todo antes de la noche, Jeannette L. Clariond se vale de la vida del mito, y por medio de él, busca rehacer su mito personal, aun sabiendo que: “nunca dicha es la llaga.”